Alla, afuera, se encuentra el hombre que mas amo pero tambien, el liberador de mis demonios mas feroces.
El amor de mi herida.
Debo afrontarlo, morderme el orgullo y afrontarlo con madurez y tranquilidad ¡Por dios! ¿A quien quiero mentirle? Para ser sincera lo menos que saldra de mi boca seran cosas agradables y delicadas.
Lo reconozco mis palabras son algo..... drasticas.
¡Bring! ¡Briiiinnggg!
Mi celular vibra.
Es el, el y su loca impaciencia.
Lo conozco perfectamente, mientras mas lo ignore, mas insistira.
Es hora de afrontar este circo.
Inmediatamente me encamino hacia el pasillo, llegando asi a la salida del colegio.
Alli esta, su carro blanco reluce con el brillo del sol y aunque no baje los vidrios, se que es el.
Un palpito me atraviesa el corazon, quizas nervios. A veces mis emociones suelen ser confusas pero, ahora no, ahora solo debo contestar con la mayor seguridad posible. Aunque, siendo sincera, en sus manos soy como mantequilla derretida.
-¿Alo?
Con seguridad el seria el causante de mis proximos infartos.
-Montate en el carro.
¿Que?
¿En serio?
¿Una orden? ¿Solo una maldita orden?
¡Pues no!
-No, bajate.
-Montate, vamos a hablar.
¡Tan creido este!
-Baja tu, yo no pienso subirme.
Imagino su cara, todo un poema.
Esta vez no tenia el control, no siempre podria controlarlo todo, en este momento, yo era incontrolable. Mis sentimientos eran mi timon, solo ellos podian decirme como, cuando y que hacer.
Aun seguia la llamada, el seguia alli, callado, pero seguia alli.
No me gustaba su silencio, en realidad no me gustan los silencios. Cuando se rompen traen palabras dolorosas.
-Entonces jodete.
Lo sabia.
Nada cambio, siempre tan testarudo. Es simple o era a su manera o no era.
Desaparecio, el carro blanco se deslizo por el asfalto hasta desaparecer de mi vista.
¡Idiota! ¡Mil veces idiota!
Al principio senti ese cosquilleo que te recorre el cuerpo antes de querer golpear la pared, lo siguiente fue mi vista nublada a consecuencia de las lagrimas, luego llego el nudo en la garganta.
¡No puedes llorar aqui andrea!
Intente concentrarme en mi abuela, en verla. Ella siempre hacia el papel de calma en mis tormentas internas, pero, esta vez no funciono.
¿Alguien tiene un bate para destrozarle el carro?
Se me hace imposible ignorar cosas obvias y eso, era una despedida segura.
Me senti egoista, desee que todos sintieran mi dolor, aunque eso sonara estupido. Supongo que es algo metaforico por que es imposible que todos sientan lo mismo y mas aun, que todos detengan su mundo por mi. Totalmente imposible.
