★¡𝙋𝙊𝙍𝙉𝙎𝙏𝘼𝙍!★ [𝙆𝙣𝙮]

Cap. 6

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—Tienes que dejarlo, Michikatsu —le susurraba Daki, acariciándole el cabello mientras él sollozaba en su regazo. —Muzan no te ama como crees. Solo te está destrozando.

Pero Kokushibou se aferraba a los momentos en que Muzan lo hacía sentir especial. No podía dejarlo, no cuando esos destellos de cariño lo hacían creer que Muzan realmente lo amaba. Quizás era su culpa que las cosas se tornaran malas. Quizás él hacía algo para provocar la furia de Muzan.

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—¡ERES UN ESTÚPIDO! —gritó Muzan, su voz llena de rabia mientras su mano se estrellaba contra la cara de Kokushibou, que se tambaleó hacia atrás por el golpe. Kokushibou estaba asustado, su corazón latiendo rápidamente mientras intentaba calmar la situación.

—Cariño... cálmate... perdóname por cancelar nuestra cita, ¡pero mi trabajo se adelantó! —su voz era un susurro tembloroso, buscando desesperadamente evitar otro ataque. —Yo pensaba...

Otro golpe. Esta vez, la cachetada resonó en la habitación, más fuerte que la anterior. Kokushibou sintió un ardor en su mejilla, pero se obligó a mantener la compostura. Sabía que llorar solo empeoraría la situación.

—¡Siempre pones jodidas excusas! —Muzan le gritó, agarrando sus muñecas con fuerza, sus dedos enterrándose en la carne de Kokushibou. El dolor era insoportable, pero lo que más dolía eran las palabras de Muzan, cada insulto perforando su corazón. Kokushibou miraba a Muzan con desesperación, preguntándose cómo esa persona que una vez lo hacía sentir amado podía ser ahora tan brutal.

—Muzan, por favor... —intentó de nuevo, su voz rota.

—¡A mí no me engañas! —le escupió Muzan, acercándose más, su rostro apenas a unos centímetros del de Kokushibou. —¡Tienes a otro, verdad?! ¡Dímelo!

—¡No, Muzan! —gritó Kokushibou con desesperación, sacudiendo la cabeza, su respiración agitada. —¡No hay nadie más, te lo juro! ¡Tú eres el único con el que estoy!

Pero Muzan no escuchaba razones. Estaba cegado por una furia irracional, jalando a Kokushibou de un lado a otro como si fuera una muñeca de trapo. Lo empujó con tanta fuerza contra la pared que el aire se escapó de los pulmones de Kokushibou, dejándolo sin aliento. Apenas podía mantenerse en pie, y el pánico lo invadía.

Muzan lo agarró del cuello, sus dedos apretando con fuerza mientras miraba a Kokushibou con una mezcla de odio y satisfacción. —Si alguna vez te encuentro con otro, te haré desear que nunca me hubieras conocido —susurró con frialdad, sus ojos llenos de desprecio.

Kokushibou intentó liberar sus manos del agarre de Muzan, pero era inútil. Su mente se nublaba mientras luchaba por respirar, sus ojos llenos de lágrimas que no se atrevía a derramar. No quería mostrar debilidad, pero el miedo lo consumía.

Finalmente, Muzan lo soltó con un empujón, dejándolo caer al suelo. Kokushibou se acurrucó, sus brazos alrededor de su cuerpo, temblando. No entendía por qué seguía amando a Muzan, pero algo dentro de él se aferraba a la esperanza de que las cosas cambiarían. Quizás si él fuera mejor, si no cometiera errores, Muzan volvería a ser el hombre que lo hacía sentir especial.

—Lárgate de mi vista —dijo Muzan con un tono helado, dándole una patada en el costado antes de girarse y alejarse.

Kokushibou se quedó allí, en el suelo, con las lágrimas finalmente corriendo por su rostro. Odiaba sentirse tan débil, tan inútil. Quería ser fuerte, pero cada vez que intentaba levantarse, Muzan lo destrozaba de nuevo.

Kokushibou salió corriendo del cuarto, sus pasos resonando por el pasillo mientras las lágrimas nublaban su vista. Apenas podía respirar, el dolor en su pecho era tan profundo que parecía ahogarlo. Cada insulto de Muzan seguía retumbando en su mente, aplastando su confianza, despojándolo de cualquier esperanza de que las cosas mejorarían.