Aelys Targaryen regresa al reino tras un fallido matrimonio en el Imperio Darqeen. Su belleza y carisma la convierten en el centro de atención, pero también en una pieza clave en el peligroso juego del poder. Dividida entre tres amores prohibidos y...
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Aelys se preparo minuciosamente para aquella noche, debía de tener a Aemond pronto, era el más difícil de los tres.
—Ese vestido le resalta bien y es fácil de quitar sultana - Aelys asintió, le gustaba como se veía.
—Bien, rocía muy bien ese perfume, tiene un olor atrayente, le hará sentir deseo.
—Bien, no se preocupe estará en todo el lugar.
Aelys se miro al espejo, aquello no era más que un capricho que su cuerpo le exigía, ver a aquellos jóvenes desearla le hacía sentir satisfacción y no se priviaria de tenerlos en su lecho.
—Tía... - Aelys sonrió y se giro hacia el, Aemond trago en seco cuando la vio, el vestido rojo era holgado pero la tela era tan fina que al pegarse con su cuerpo sus pechos se notaba más.
—Bienvenido querido, toma asiento. -el joven se acercó a donde le indico, Aelys tomó la jarra de vino y se acercó a él, se agacho para servir el vino y el vestido se abrió más, Aemond aparto la mirada algo avergonzado.
—Esta noche es una noche muy caliente.
—Con compañía lo es más- Aemond asintió captando la indirecta —Come y bebe lo que desees.