El sol comenzaba a descender, pintando el cielo con tonos anaranjados y rosados. Las olas susurraban una dulce melodía contra la orilla, un suave acompañamiento a la alegría que reinaba en la playa. Globos de colores vibrantes flotaban en el aire, como pequeñas burbujas de felicidad, cerca de una casa de madera blanca, donde la risa de los niños se mezclaba con el ladrido juguetón del gran dóberman.
Jimin, con una sonrisa cálida iluminando su rostro, observaba a su hija. Con su gorrito de cumpleaños ligeramente torcido, corría tras los niños mayores, su pequeña figura una réplica perfecta de la mezcla de Jimin y Jungkook. Era idéntica a ambos, una miniatura perfecta de su amor. Su corazón se derretía con cada paso que daba, cada carcajada que resonaba en el aire.
Tan absorto estaba en su contemplación, que no sintió la presencia de Jungkook hasta que los fuertes brazos del hombre lo envolvieron en un abrazo cálido y protector. Un beso suave en el cuello, un susurro de amor en su oído, le recordaron la inmensa felicidad que compartían.
Cuatro años. Cuatro años desde que se casaron, cuatro años desde que supieron que serían padres. Cuatro años de amor incondicional, de risas compartidas, de noches estrelladas y mañanas llenas de esperanza. Cuatro años que habían culminado en este momento, en esta perfecta escena de felicidad familiar.
Jungkook se unió a Jimin, ambos observando a su hija correr con una mezcla de orgullo y ternura en sus ojos.
- Mira nuestra pequeña estrella - susurró Jungkook, su voz llena de emoción.
Jimin asintió, sin apartar la mirada de su hija. - Es perfecta, ¿verdad? Igualita a nosotros dos.
Jungkook sonrió, acercándose para besar a Jimin en los labios. Un beso lento, profundo, que contenía todo el amor que sentían el uno por el otro, un amor que había florecido y crecido con la llegada de su hija.
- Te amo, Jimin - dijo Jungkook, su voz ronca de emoción.
- Y yo a ti, Jungkook - respondió Jimin, su voz apenas un susurro. - Más que a nada en el mundo.
En ese momento, su hija se acercó corriendo hacia ellos, su gorrito de cumpleaños ligeramente torcido, sus ojos brillantes de alegría. Los abrazó a ambos con fuerza, sellando con su inocencia el amor eterno que unía a sus padres. El sol se ocultaba por completo, pero el brillo en sus corazones era más radiante que nunca. Era un final feliz, un comienzo de muchos más momentos inolvidables.
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My masked boy - Km mini Au
RandomJimin tiene una relación a distancia la cual ya lleva 2 años , es una relación sana y estable unos días antes Jimin le dice a su novio que su fiesta de cumpleaños será de disfraces pero lo que Jimin jamás imagino fue que su novio le diera una gran s...