[Honkai star rail] La novia de los dioses

Capítulo 75 Fu Li no tiene buenas intenciones.

Aha fue primero a Shanjiantian donde estaba Fuli, pero no encontró a nadie allí.

　　Efectivamente, Fuli no está aquí, tal vez en algún lugar de Pinoconi.

　　Aha se tomó la barbilla y se sintió un poco triste cuando pensó que se burlaban de él. Le gustaba ver la emoción y no se lo tomaba demasiado en serio, cuando él se convirtiera en el que se divertía, lo encontraría más interesante.

　　Pero al estar avergonzado frente a su pequeña esposa, no importa cuán desvergonzado sea Aha, todavía se sentirá triste.

　Estaba girando la Máscara del Loco en su mano, pensando en cómo pagar esta venganza.

　　Ah ~

　　Como Fu Li no está aquí, dale un regalo de amor. Aha se rió entre dientes. Esta es tu oportunidad de dárselo a Aha tú mismo.

　　El Shanjiantian de Fuli está en silencio y, al igual que su dueño, esconde muchos misterios. Varias gemas de la memoria están apiladas y construidas en una pared alta, y esas gemas brillan con una luz luminosa.

　　Aha miró a izquierda y derecha y luego tiró la gema a un lado sin ningún interés.

　　Caminó hasta el centro, donde estaba suspendido un cono de luz en blanco.

　　La luz blanca brillante brilló en el rostro de Aha, y su piel color miel parecía ser bañada en un color blanco como la nieve por esta luz.

　　Algo andaba mal, Aha miró pensativamente el cono de luz en blanco. Recordó que había una puerta brillante aquí cuando llegó antes.

　　Pensando así, extendió la mano y tocó ligeramente el cono de luz.

　　En un abrir y cerrar de ojos, el cono de luz se desvaneció y se convirtió en una puerta normal, con una habitación vacía detrás.

　　Cuando Aha entró en la habitación, fue como entrar en otro espacio.

　　La decoración de la habitación era normal a los ojos del Dios de la Estrella, pero podría llamarse cálida, lo cual era completamente opuesto a la fría imagen de Fu Li.

　　Las cortinas de color blanquecino ondeaban con el viento y junto a la ventana se colocó una maceta con flores talladas en cristal. Los bordes y las esquinas estaban desgastados, haciéndolos lucir radiantes a la luz del sol.

　　Los ojos de Aha miraron a su alrededor y se posaron en la foto en el escritorio frente a él había dos figuras abrazadas.

　　A pesar de que las fotos se habían desgastado, Aha todavía reconoció una de ellas de un vistazo, y esa era su pequeña esposa.

　　¡Está bien, dirá que Fuli no tiene buenas intenciones!

　　De hecho, tenía pensamientos sobre Xinglin.

　　Aha resopló con frialdad, pero desafortunadamente, la otra mitad estaba tan desgastada que era imposible saber quién era la otra persona.

　　Después de todo, no destruyó ni ocultó la foto, sino que sacó su teléfono celular, tomó una foto de la foto y la volvió a colocar en su lugar.

　　Cuando lo devolvió, no supo dónde lo golpeó. El libro sobre la mesa se inclinó y cayó, revelando el cristal de memoria escondido en él.

　　Aha hizo una pequeña pausa y recogió el cristal.

　　Luego, sin previo aviso, se vio envuelto en un recuerdo.

　　El chico de cabello rubio blanco estaba sentado frente a la enorme ventana del piso al techo. Afuera, había estrellas como una cascada, delineando una brillante Vía Láctea. Las estrellas brillantes se movían solitarias en la inmensidad del tiempo.