Jeon Jungkook un hombre que tenía clara y resuelta su vida.
Dinero, trabajo, una posición social y todo lo que quisiera, incluso tenía a su pelirosa, Park Jimin, su amante.
Su advertencia fue clara, directa y concisa...
"Esto es solo sexo sin sen...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al fin había llegado la mañana tan esperada para Jungkook, quién ni siquiera había dormido, ya se encontraba duchado y vestido para poder irse a la empresa.
—ya te irás a la empresa?—pregunto Jimin desde la cama, pues él si había dormido.
—si, tú a que hora te irás al hospital?—pregunto serio.
—supongo que ahora—respondio extraño ante la seriedad de Jungkook—estas molesto?—pregunto mientras se ponía de pie y caminaba hacia él.
—solo no pude dormir bien—dijo tratando de no sonar tan brusco.
—yo no tengo la culpa de eso, así que trata de no hablarme así de feo—dijo antes de irse al baño pero Jungkook tomó su mano.
—si necesitas algo me llamas y si necesitas comprar o pagar algo puedes utiliza la tarjeta—dijo ignorando lo antes dicho por Jimin—me voy—dijo inclinándose un poco para poder besar los labios de su pelirosa quién está no correspondió.
—te despertaste de mal humor y ahora yo soy quién lo está—dijo antes de irse al baño.
Jungkook soltó un suspiro mientras salía de la habitación, lo mejor sería irse a la empresa y trabajar para tener su mente ocupada por que sus pensamientos lo estaban volviendo loco.
◦•●◉✿ 💜 ✿◉●•◦
Jimin sinceramente se sentía bien pero estaba obligado a ir al hospital porque Tae era capaz de sacarlo arrastras del edificio.
Cuándo ya estuvo duchado y vestido se fue a la sala a esperar a Tae quién iba a pasar por él.
La actitud de Jungkook lo había sorprendido pero comprendía que la falta de sueño lo ponía de mal humor pero claramente él no tenía la culpa, cierto?
Dejó todo eso de lado o realmente se pondría de mal humor, decidió llamar a su madre y explicarle un poco sobre los cambios que ha tenido en su cuerpo últimamente, la sensibilidad en su pezones seguía.
—hola mamá—saludo.
—te dignaste a llamarme, recordaste que tenías madre.