𝐋 | Dónde Bonnie Lupin está enamorada de uno de sus mejores amigos, pero luego de una decepción amorosa, decide ya no convivir con él.
O dónde George Weasley está convencido de no sentir nada por su mejor amiga, pero al darse cuenta de que estaba e...
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✧┃Capitulo diecisiete ࿐*:･ﾟ ❝ MARGARITAS ❞
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Después de aquel trágico incidente que marco tanto la vida de Bonnie como la de su mellizo, y diciéndolo en literal, ya que el chico había perdido completamente su ojo derecho… todo marcho por así decirlo de maravilla. Los abuelos de los mellizos se encontraban rotundamente disgustados por el hecho, pero ambos chicos los convencieron para que no hicieran nada en contra Remus, su padre. Richard viviría tranquilamente a disposición de solo su ojo izquierdo porque después de todo lo más importante para él era que su hermana saliera sana y salva. Y así fue.
Nadie en Hogwarts o por lo menos los miembros de la casa Ravenclaw sabían la verdad sobre el extraño y misterioso ojo vendado de Richard que de un día para otro apareció en su rostro. Él fue astuto y comento que fue a causa de un hechizo fallido. Los demás le creyeron. Por otra parte, Bonnie tuvo una agradable recuperación y todo gracias a madame Pomfrey que la cuido de maravilla. Eso sí, estuvo desanimada al enterarse de que su padre se había ido de Hogwarts a causa del profesor Snape. Se encontraba realmente indignada con él, pero también sorprendida y agradecida, ya que después de todo, su profesor de pociones guardo silencio y no la delató a ella también.
Los resultados de los exámenes salieron el último día del curso. Los mellizos habían aprobado todas las asignaturas. Mientras tanto, la casa de Gryffindor; en gran medida, gracias a su espectacular actuación en la copa de quidditch, había ganado la Copa de las Casas por tercer año consecutivo. Por eso la fiesta de final de curso tuvo lugar en medio de ornamentos rojos y dorados, y la mesa de Gryffindor fue la más ruidosa de todas, ya que todo el mundo lo estaba celebrando.
Bonnie se llevaba a la boca una gran rebanada de tarta de calabaza mientras escuchaba a sus compañeros charlar enérgicamente. Por un momento su mirada se desvió inconscientemente a los gemelos… o mejor dicho a George, que parecía de lo más tranquilo; charlando y riendo con los chicos de su curso. Bonnie bajó la mirada.
«Qué ridícula soy. ¿De verdad creí que a él también le ha afectado?», pensó con pena hacia sí misma.
Trago su mascada y volvió a levantar la mirada, solo que esta vez miraba a la tarta sobre su plato. El apetito la había abandonado de un momento para otro. Se enojó consigo misma porque por culpa de andar viendo lo que no debe, ya no terminaría su tarta.
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Cuando a la mañana siguiente el expreso de Hogwarts salió de la estación, Bonnie fue sorprendida por Fred. La había detenido un momento antes de que ella entrara a un compartimiento con su hermano.
──Fred, ¿Qué se te ofrece? ──pregunto ella sonando formal. Se ganó una mirada extraña por parte de Fred.
──Ahora solo falta que me llames «Señor» ──se burló ──. Bonita, no tienes por qué comportarte así conmigo. Yo no soy George.
