Había sido un día ajetreado de nuevo, sobre todo porque Jeon había hecho su trabajo lo más rápido que pudo para poder largarse de una vez, pues hoy iría de nuevo hasta el edificio del chico bonito con la esperanza de verlo.
Ordenó los papeles en su escritorio y apagó el computador para tomar las llaves de su auto y salir rápido de la empresa. En el camino pasó a comprar un café pues no sabía cuánto tiempo esperaría y no quería dormirse.
Cuando llegó puso algo de música y se recargó en el asiento listo para esperar; así pasó media hora, después una y luego veinte minutos más hasta que un auto que él reconocía aparcó frente al edificio también.
Con el ceño fruncido se enderezó en su lugar sintiendo de inmediato la molestia de su lobo, ¿qué mierda hacía él aquí?De un lujoso auto bajó Jeong vestido muy elegante, abrió la puerta de atrás y de ella sacó un enorme oso de peluche junto a una caja de chocolates y un ramo de rosas. Lo vio arreglarse el cabello antes de ingresar al edificio y fue ahí que se permitió maldecir.
¿Acaso el chico bonito lo había perdonado? Después de que lo había visto con sus propios ojos ¿se atrevía a perdonarlo?Con enojo encendió el auto listo para arrancar pero su lobo logró tranquilizarse lo que lo llevó a calmarse también, estaba siendo imbécil y juzgando sin saber pues era muy probable que el idiota de Jeong estuviera haciendo méritos para recuperar al hombre bonito.
Respirando profundo decidió esperar, si el chico hasta había cambiado de domicilio era lógico que no quería saber nada del tipo.
Luego de tal vez diez minutos sonrió ladino cuando observó al Alfa salir hecho furia con los tres regalos en mano, al llegar a su auto arrojó todo dentro con molestia y arrancó rechinando las llantas. Mientras, Jeon no cabía de felicidad al igual que su lobo, saber que el chico bonito había rechazado a Jeong le daba una inmensa alegría.
Así, con una sonrisa satisfecha se fue del lugar en camino a su casa.
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Dos semanas más pasaron, mismas en las que Jeon cada día fue y esperó durante horas frente al edificio con la esperanza de ver al bonito chico, pero para su mala suerte no lo logró, el hombre jamás salió. Jeon trató de ir a distintas horas para más probabilidad pero aún así no lo consiguió.
Hoy era su día de descanso en la empresa por lo que decidió que esperaría por más tiempo frente al hogar del hombre, mantenía la firme esperanza de verlo, con ello se conformaba.
Llevó comida suficiente para aguantar varias horas, agua y golosinas, además de preparar una buena playlist para no dormirse en la espera.
Pero este día el destino tenía otros planes pues no había pasado ni media hora de que había llegado cuando una ambulancia llegó y se estacionó a su costado, lo que de inmediato le generó un mal presentimiento.
Observó a los paramédicos bajar con prisa e ingresar al edificio y en ese momento fue cuando Jeon se debatió en si entrar y averiguar qué sucedía o esperar, lo cual no tuvo que hacer mucho ya que pronto volvieron a salir pero con el chico bonito en la camilla.
Mierda.
Su lobo de inmediato se puso alerta y gruñía demandando ir junto al hombre, lo que lo desconcertaba un poco pues este jamás se exaltaba así.Una vez la ambulancia arrancó él la siguió hasta el hospital, una vez allí mientras los paramédicos ingresaban al chico él le llamaba a su amigo, y ni siquiera esperó a que este hablara antes de ordenarle.
- Escúchame Nam, necesito tu ayuda, de nuevo no preguntes nada pero ocupo el nombre completo del chico y su edad, lo más pronto posible.
Terminó la llamada y bajó del auto para ingresar, fue hasta la sala de espera y aguardó hasta que NamJoon le regresó un mensaje con los datos que había pedido, después de ello esperó un tiempo más haciéndose la idea de que en ese momento a penas estaban revisando al chico.
Cuando cuarenta minutos pasaron se paró de su asiento y se acercó hasta una de las asistentes.- Buen día, disculpe, acaban de ingresar a un chico hace como cuarenta minutos, quisiera saber su estado y qué fue lo que le sucedió.
La mujer lo miró con una ceja alzada mientras tecleaba.
- Nombre de la persona ingresada - indicó.- Park JiMin - saboreó el nombre en sus labios, joder si además de ser precioso tenía un bello nombre, cuando había recibido el mensaje sintió a su Alfa gruñir con emoción al saber cómo se llamaba el precioso ser.
- ¿Parentesco? - Jeon mordió su labio al verse en tal encrucijada; fácilmente podía decir que era su Alfa pero si le comentaban eso al chico bonito este pensaría que se trataba de Jeong y obvio que no quería darle méritos a ese tipo.
- Soy el jefe de su ex Alfa y también su amigo - dijo.
- Lo siento pero sólo puedo dar informes del paciente a familiares directos y claro a su Alfa.
- Lo sé, pero se lo ruego; - juntó sus manos - su ex Alfa es una mierda y sé que a Park JiMin lo que menos le gustaría es que ese tipo se entere de su estado de salud. No hay ningún familiar que se preocupe por él en estos momentos, soy la única persona enterada y quiero asegurarme de que él esté bien
La mujer lo observó en silencio no luciendo muy convencida.
‐ Se lo ruego, mi lobo no a parado de lloriquear desde que lo vio salir en ambulancia, por favor ayúdeme - ante esa información la mujer abrió los ojos alarmada.- ¿Su Alfa lloriquea por el Omega? - cuestionó, viéndolo asentir - ¿aún cuando él sigue enlazado con el otro? - y el rostro de Jeon se tornó pálido y en una mueca de tristeza.
- ¿Está enlazado con él? - susurró a penas, escuchando el quejido lastimero de su lobo, quejido que al parecer la mujer también escuchó pues le sonrió divertida.
- Sólo comprobaba mis sospechas - negó con una sonrisa mientras revisaba en la computadora. Y aunque Jeon la miró interrogante ante sus palabras ella no dijo nada.
- El paciente Park JiMin presenta un grave estado de desnutrición, al despertar se le interrogó y confesó no haberse alimentando correctamente durante aproximadamente dos semanas - Jeon sintió como si le hubieran dado un puñetazo en el estómago al escuchar a la mujer. - Además a tenido durante ese tiempo constantes ataques de ansiedad; declaró que después de la traición de su Alfa se encerró en su domicilio sin salir durante esos días ya que sus ánimos estaban por los suelos.
Jeon oía cada palabra y conforme las procesaba su angustia crecía. ¿Dos semanas sin alimentarse correctamente?
¿Ataques de ansiedad? Joder, y estaba sobrellevando todo él sólo.- No creo que esto deba decirlo pero si ya hablé debo terminarlo - lo miró, con algo de preocupación pintando sus facciones. - El médico a logrado que se desahogue un poco con él, le confesó que su nula alimentación se debe en parte a que en realidad no tenía nada para comer - expresó molesta -, a dicho que su ex Alfa era el único que aportaba dinero en la relación pues le tenía prohibido trabajar. Confesó que no fue capaz de salir a buscar trabajo debido a la enorme ansiedad que el siquiera pensarlo le provocaba.
Todo lo que él tenía ahorrado a dicho que lo usó para arrendar un departamento y huir del Alfa.Jeon no sabía qué sentía más en ese momento, si una profunda tristeza, una gran preocupación o una inmensa furia hacia el imbécil de Jeong, joder que si él llegaba a verlo pronto iba a molerlo a golpes.
- De verdad le agradezco que me haya dicho todo esto, no sabe cuánto me ayuda - reverenció -, yo me encargaré de él y su salud de ahora en adelante - y giró listo para irse pero la mujer lo llamó.
- Joven, ¿puede darme su nombre? Sería bueno hacerle saber que tiene a un amigo muy preocupado aquí afuera - pero Jeon negó con una sonrisa.
- Dígale que no está solo, ahora tiene un Ángel Guardián
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Ángel Guardián
FanficJiMin descubre que su Alfa lo engaña, pero gracias a ello también descubre a quién de ahora en adelante será su Ángel Guardián.