Profundo ✶ hyunlix

✶ 002 !

Hwang hyunjin no era estúpido.

Hwang hyunjin solo quería divertirse.

Sentir el aroma de alcohol impregnado en el cuerpo del rubio y como sus labios se movían sobre el suyo. Era una obsesión peligrosa.

En su imaginación, era excitante ver al rubio brincar sobre él, mientras el placer los carcome a ambos. Y no estaba muy alejado de la realidad, cuando, su erecto miembro entro en el interior de una manera tan profunda que podía jurar enterrarse en él.

Hyunjin no era estúpido.  El sabía lo que hacía.  Sabía que sumergir a un chico con el bajo la alfombra,  lo traerá siempre lleno de tierra. La mitad de el le pertenecía ahora., felix no lo sabía,  pero su vida jamás volvería a ser la misma.

Un caderas eran sujetada con fuerza, amenazando con dejar marcas. Pero a eso ni le importaba a Félix, quien jadeaba el nombre del pelinegro, en cada profunda embestida.

Aquello era mejor que masturbarse solo, su cuerpo estaba sudado como si estuviera recién salido de la bañera.  Al rubio no le importaba, jamás le importo.

Hyunjin no era novato en el sexo, el amaba follar a las personas en vez de conocerlas. Conocer su cuerpo y no sus palabras.

Por que el cuerpo habla más de lo que la boca suelta.

Hyunjin no tenía amigos, por lo que no sabía socializar.

Cargo al australiano, y lo subió a la cama de sábanas grises. Como muñeco, lo volteó a su favor, levantando su culo a la altura de su miembro y follarlo con fuerza, sin dejarle tiempo para acostumbrarse.

— f-fuck..! — gimió mordiendo la almohada.

En eso posición,  su miembro llegaba más rápido a su punto, haciéndolo ver puntitos con cada estocada. Su mirada dio un panorama a la habitación, notando en la mesa de noche, un rastreador y un arma con  sus balas afuera.

Frunció su ceño, pero fue jalado tomándolo por el cuello y con dos dedos ajenos, abrir su poca e introducirlo.

— ¿Acaso piensas morder siempre la almohada, uh? — regaño, con su voz ronca sobre su oído.

Pero eso solo sirvió para hacerle correr al rubio, escuchando una risa socorrana del mayor, retumbando en su interior, dejando sus piernas temblando.

Hyunjin sabía lo que hacía.  Sabía lo que el vio, pero eso solo le daba diversión en aquello.

Por que hyunjin nunca estuvo interesado en el chico hasta que este le sonrió y vio bailar en el bar.

Por que felix no sabía que esa sería su última salida con libertad. Sin saber que aquel policía pudo hacer mucho si no se fuera ido.

¿Cómo hubiera sido la historia, si el oficial le hubiera ofrecido llevarlo a los lugares turísticos? Tal vez se hubiera salvado de hwang hyunjin.

Por que hwang hyunjin amaba las noches oscuras, llenas del sombrío silencio y el temor arropar estas. El no tenía amigos, sólo era un desconocido que no sabía nada y mucho al mismo tiempo.

Su resistencia no era fuerte, por lo que cuando el pelinegro logró correrse en el interior menor. Felix cayó en un sueño profundo por el sobre-estimulo.

Hwang lo veía sin alguna expresión en su rostro.  Completamente desnudo y con su piel limpia de moretones, algunas zonas rosadas más de lo normal. Pero aquello le daba el toque más irreal.

Era hermoso, hyunjin no tenía que negarlo.  Su voces lo aceptaban.  Su fijación era en su cabello, en su sonrisa y el brillo de sus ojos, amenanzandolo por querer cortarlas y quedarse con solo eso.

— Eres todo mio, Lee Félix.  — murmuró sobre sus labios antes de bajarse de la cama y salir de la habitación Completamente desnudo.

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«

se reporta la desaparición de un joven de aproximadamente veinticuatro años.  Con esta van cuatro en el mes, una preocupación para el barro de..- »

— ¿H-hyunjin..? — Llamo con temor. La habitación estaba completamente cerrada, sin ninguna pista de que estuvo alguien en el lugar.

Su cabeza pesaba como si fuera tomado una droga. Su cuerpo dolía como si fue atropellado, pero con recordar el por que, una risita se le salio de sus labios.

¿Quién le hubiera creído que se acostó con su vecino que solo conocía su nombre? Tal vez le dieran que estaba loco.

Pero su cuerpo jamás se había sentido tan atendido como lo estaba ahora. Por que a pesar de ser doloroso, era el recuerdo de un encuentro excitante.

Sin embargo, cuando salió y busco al pelinegro. Se percató que no estaba en su propio departamento,  era muy diferente al suyo.

Sus colores eran apagados y no parecía que que habitado por una persona. Una gran alfombra de terciopelo, estaba tendida en el suelo, confundiendo a este por parecer tan moderna en un lugar tan barato.

En la cocina no quedaba nada de comida. Pero si botellas de aguas en su paquete. Hyunjin no estaba en ningún lado, pero el menor no le dio importancia.

Una de esas botellas hasta estaba en sus manos, mientras sus pies se deslizaban por la alfombra sintiendo su fricción extraña. Pero una cosa puntiaguda le hizo quejarse y dejar caer la botella sobre la alfombra,  derramando todo esta sobre ella.

En queja se agacho y la recogió. Queriendo limpiar el agua con su mano, levantó la alfombra para escurrir el agua.

Una puerta estaba bajo esta, y de ella, un olor extraño era desprendido.

Felix no debía abrir eso, tal vez así aún estará libre de hwang. Pero su instinto humano,  le gano.

Era muy tarde cuando ya había bajado las escaleras sintiendo el temor mientras mas se acercaba. Felix era estúpido,  él no sabía lo que estaba haciendo, su cuerpo volvía a sentirlo dormido, no entendía lo que le corría.

Loa recipientes llenos de parte de personas le causaron ganas de vomitar. Tapando su boca cuando vio más detallado todo eso.

Sin pensarlo, corrió nuevamente arriba, sus piernas no funcionaban, estaban pesadas pero logró subir al lugar, comenzó a arrastrarse a la salida, pero fue jalado repentinamente del tobillo, nuevamente ese olor a cigarrillo le invadió la mente.

— ¿Tan rápido quieres irte? — su voz fue más fuerte de lo que creía. La burla brotaba en sus palabras, y una risa socorrana heló la sangre del rubio.

Para ese momento su cuerpo no cooperaba y no era por que no quería. Parecía paralítico, tieso en su última posición.

— Mamá dice que no uses esa droga en parejas. Puede dañar la carne, pero yo no quiero cortarte Félix.  — sujeto del cabello y levantarlo a su rostro — Creí que querías huir así que te sede. El agua contenía droga, la suficiente para dormirte nuevamente, bienvenido a mi vida, risitos de oro.

Su cabeza le pesaba y sus ojos se cerraron por más que no quería. Félix solo era un estudiante de intercambio.

Tal solo tenia veinte años cuando todo paso. Pero hyunjin no era estúpido, sabía lo que hacía.

Por que hyunjin no era alguien común.

⛺️nota:
Rápido pq si.