Profundo ✶ hyunlix

✶ 003 !

TW: se tocaran temas
sensibles, leer con precaución.

— tiene que describir a la persona desaparecida — habló el oficial con una pequeña libreta en su mano.

La señora con manos temblorosas, saco una imagen de esa persona. Un chico de cabello rubio estaba en ella, tenía una linda sonrisa y vestía de ropa casual, pero ese suéter le llamo la atención.

Era el mismo que usaba cuando lo vio aquella vez. Una sensación de arrepentimiento recorrió su cuerpo.

— Se llama Lee Félix, se que algo le ocurrio. No contesta desde hace una semana y siempre lo hace...— Lamento, entrando en un pequeño bucle se balbuceos. 

— Señora Lee tiene que calmarse...

— Por favor, señor oficial.  Mi hijo no puede estar perdido, el solo era un estudiante que iba de intercambio — explicó entre lágrimas.

A su lado, un carro completamente negro, pasó. El oficial lo vio al segundo donde el rostro de un joven se asomo por la ventana. Su semblante serio le causó un escalofrío.

Pero de eso se sabía algo. Sabía que estaba involucrado con la desaparición de aquel chico. Por que esa familia era algo peculiar.

✶

Lee Félix era estúpido.

Lee Félix solo tenia miedo.

Su cuerpo era abrazado por el frío insoportable del lugar. Sus ojos estaban vendados, el olor a cigarrillo le daba a entender que hyunjin estaba cerca.

Pero hyunjin no era quien estaba en el lugar. Cuando el cerebro se encuentra amenazado, te hace creer cosas que no son. Momentos que no están pasando, solo para salvarse a él mismo.

Las lagrimas empapan la venda negra, su labio ardía como si estuviera quemándose.

Ahí, lanzado en el suelo, con manos y pies atados. Felix rezaba queriendo pedir un milagro y salir vivo de esta. El era solo un estudiante de veinte años que iba de intercambio.

De pronto, la luz le atacó de golpe cuando la venda fue arrancada de sus ojos. Frente a él, un hyunjin sonriente le extendía agua, pero solo le vio mal en silencio.

— Lloraste mucho, debes de estar sediento. Mamá dice que..-

— No quiero escucharte, cállate — corto de golpe, con algunos llanos de por medio.

El mayor río socorron, impresionado por su cambio de actitud.  Pero no se iba a quejar.

Hyunjin lo había secuestrado. Lo quería como su muñequito en la vida real, tenerlo sonriente y ansioso por su llegada todo los días.

Hwang hyunjin no estaba enfermo.

Solo tenia una fijación en el cabello de las personas.

Con una sonrisa, apretó del agua hasta sacar el agua de golpe, llenando toda la cara del rubio en el suelo y parte de su cuerpo desnudo también se vio afectado.

— Vengo a proponerte algo. Mamá quiere tenerte de almuerzo, pero como yo te traje; tengo para elegir. — levantó su mentón con dos dedos, mojando sus labios cuando vio los ajenos. — Te quiero como mi risitos de oro, estarás vivo pero a mi conveniencia.