Te perdono

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Chuuya estaba de pie en medio de la sala, con el trapo húmedo en una mano y el corazón en un puño

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Chuuya estaba de pie en medio de la sala, con el trapo húmedo en una mano y el corazón en un puño. La radio seguía sonando, y él no era capaz de moverse. La voz de Dazai Osamu, esa voz que había amado, que había odiado y que aún le temblaba dentro, se expandía en cada rincón.

"Te perdono que no me perdones"

Chuuya sintió como si le arrancaran el aire de los pulmones.

"Me olvidaría de que me has olvidado"

Un suspiro tembloroso escapó de sus labios.

"Razonaría sobre que tienes razones
Mas te daría raciones de mi cora destrozado"

-Idiota…-murmuró entre dientes, pero no cambió la emisora. No podía.

"Te perdono que hayas conocido a otro"

Chuuya cerró los ojos, apretando los labios. El eco de esas palabras resonaba demasiado.

"Nunca te conocerá como yo"

Claro que no…

"Te perdono este millón de sueños rotos
Y la puta pesadilla en la que vivo sin tu amor"

Cada palabra era un puñal. Chuuya lo sabía. Él también había contribuido a esa pesadilla.

Un recuerdo...

La primera vez que estuvieron juntos de esa manera fue en la habitación pequeña de Dazai, el único lugar donde podían ser ellos mismos sin máscaras. La luz tenue se filtraba a través de las cortinas, y Dazai lo miraba como si no existiera nada más en el mundo.

-¿Estás seguro?-preguntó Chuuya, sintiendo que su corazón latía con fuerza.

-Siempre que sea contigo, sí -respondió Dazai, sonriendo con una dulzura que rara vez mostraba.

Las primeras caricias fueron tímidas, explorando piel contra piel, como si ambos temieran romper el momento. Sus labios se encontraron en un beso lento, lleno de promesas no dichas. Los dedos de Dazai trazaron el contorno de su espalda, y Chuuya se aferró a él como si fuera su ancla.

Esa noche, no hubo prisa ni palabras innecesarias, solo suspiros entrecortados, el sonido de la ropa cayendo al suelo y sus cuerpos encontrándose como si siempre hubieran pertenecido el uno al otro.

"Te perdono que ya no felicites mi cumple
Por las veces que olvidé el tuyo, qué tonto
Te perdono el que ahora me llames Dazai
Pues sólo me llama Osamu a quien realmente le importo."

Chuuya apretó el trapo con más fuerza. Osamu... Su mente voló a una noche después del cine. Caminaban bajo las luces de la ciudad cuando Dazai lo detuvo.

-Chuuya, ¿puedes hacerme un favor?

-¿Qué?-respondió, frunciendo el ceño.

-Llámame Osamu-pidió, con una seriedad inusual.

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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