Hacía tres meses que vivia emparanoiada con la cosa de que alguien no paraba de observarme, mientras iba al instituto, de fiesta, de compras, o a cualquier lado, siempre tenia la maldita sensación de que me estaban espiando desde algún lugar.
Nunca lo mencioné en casa, ¿para qué? ¿Para que mis hermanas o mis padres pensarán que estaba loca o que me creia famosa? Pero llegó un momento que hasta en casa me sentia acosada y con la puñetera sensación de estar siendo observada a través de los espejos de casa. Poco a poco llegué a pensar que de verdad me estaba volviendo loca... hasta que un dia ocurrió lo inesperado y apareció él, Jack Rikou, y empezó a reclamarme como suya.¿Qué puedes pensar con tus 18 años recién cumplidos de que ahora le perteneces a él, a un simple, oscuro y misterioso hombre de 27 años?