J.R

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Susurros...es lo único que escucho, quiero abrir los ojos pero me pesan asi que decido quedarme quieta y agudizar el oido.

-No tendrias que haberla traido aquí.

-Lo siento señor, pero se desmayó y no supe que hacer.

Espera, esa voz me suena.Vuelvo a intentar abrir los ojos y lo consigo¡bien!, pero solo por unos instantes y borroso. Creo que es Thomas, pero hay alguien mas.Intento moverme , pero me pesa todo el cuerpo y me duelen los pies a horrores...

-Se está despertando.-dice la voz desconocida y varonil.

Abro los ojos de golpe y lo veo ahi parado al lado de la mullida cama donde me encuentro. Por instinto me hundo mas en el colchon y le miro directamente a los ojos, frunzo el ceño. ¿Quién será? Él sólo se queda mirandome y veo como me recorre con la mirada, es cuando me doy cuenta de que debo estar hecha un gran asco. Me encojo ante esa mirada, tengo miedo.

-¿Quién eres?- susurro abrazandome las piernas poniendome en posición fetal.

No escucho nada, cierro los ojos intentado pensar cómo he llegado hasta aquí,pero no logro recordar, entonces caigo que no se la hora que es ni dónde estoy y quién es este hombre, aunque mirandolo mejor parece joven y es guapo. Alto y musculoso, de ojos azules, creo que oscuro y el pelo castaño, lo que más me llama la atención es su boca... ¡que provocación de boca, dios mio! Parece un dios griego con ese semblante. Le recorro con una mirada nada discreta y cuando estoy llegando sus caderas le oigo carraspear.

-¿Te gusta lo que ves?-me dice con una voz sensual y ronca.

Me pongo roja en un instante y me siento de golpe en la cama, pero la cabeza se me va y me mareo, una mano me mantiene sujeta por el ombro pero rápidamente me la sacudo y me pongo en pie a duras penas.Me tambaleo por el dolor de pies que sigo teniendo. El desconocido no hace ademán de hacerse a mi, pero aprieta los dientes y veo que tensa la mandibula al mirar cómo voy vestida.

-¿Dónde estoy?- me atrevo a preguntar. El desconocido solo me fulmina con la mirada y se dirige hacia el armario que hay en el otro extremo de la habitación. Me tomo mi tiempo recorriendo la habitación, vaya es grande... la cama tiene un dosel en blanco precioso, también hay chimenea y es muy espaciosa la estancia.

Cuando me quiero dar cuenta el desconocido hasta devuelta a mi lado y me tiende ropa, creo que es un pijama.

-Aquella puerta es el baño- me señala una puerta al fondo de la habitación.- Duchate y cambiate te espero abajo para que hablemos.

Diciendo eso pasa por mi lado y se va.

-Bien Marina... es hora de pensar y actuar- me digo a mi misma.-Paso uno, pirarse de esta habitación y paso dos buscar un telefono para llamar a casa o a la policia.

Me dirijo primero hacia las ventanas, pero debo estar en un segundo piso porque esta muy alto. Corro hacia la puerta por donde ha salido el desconocido y la abro lentamente. Me asomo, no hay nadie.

Salgo pitando por un pasillo y giro hacia la derecha, sigo corriendo hasta que encuentro unas escaleras las bajo como alma que lleva el diablo y cuando estoy llegando hacia el final de ellas veo una puerta de madera grande¡Bien! La puerta de entrada!

Me paro en seco, y voy de puntillas hasta ella, el corazón me va a mil por hora , tengo una mano puesta en el pomo de la puerta y cuando pienso abrirla para huir, de la nada aparece una mano cerrando la puerta de un portazo. Pego un brinco y me giro.

-¿Pensabas irte sin decir nada?-inquiere el desconocido muy cerca de mi cara, tanto qur puedo oler su fragancia...

Me quedo en silencio contemplando sus ojos azules oscuros.

-¿No piensas decir nada, Marina?-inquiere mientras levanta su mano y recorre mi mejilla.

¡Dios! No puedo moverme, es tan... tan....¡coño! No me sale ni la palabra. Lo único que hago es suspirar a lo que el me devuelve una seductora sonrisa, mostrandome unos dientes blanquisimos. Puf... este hombre es la perfección en persona.

¡Espera un momento Marina!, deja de pensar en tonterias. Te acaba de llamar por tu nombre y tu no se lo has dicho...

Le miro con recelo y aparto de un manotazo su mano de mi cara.

-¿Cómo sabes mi nombre?-le digo en un tono de voz firme, algo que me sorprende ami.

El desconocido sólo me regala otra sonrisa y da un paso atrás.

-Creo que es obvio...-dice sin mas, cruzandose de brazos haciendo que se le marcasen los musculos en su camisa.

-Obvio...¿quién mierda eres?- le digo en un tono enfadada.

Resopla y me mira con cara de enfado.

-Yo de ti cuidaria mi lenguaje, no me gusta que me hablen de ese modo.

-Pues si no te gusta, ya me estas dejando salir de aquí...- le digo mientras me giro para abrir la puerta, cuando vuelvo a tener mi mano en el pomo, la misma mano de antes me lo impide. Me giro furiosa y le grito a la cara.

-¡Déjame salir de aquí maldito cerdo!, como te atrevas a hacerme alguna cosa sera lo última que hagas en esta vida,¡pervertido!- le sigo diciendo una sarta de idioteces e insultos, el desconocido sólo se queda parado mirandome sin ninguna expresión en el rostro. Eso me enfurece más, asi que sin pensarmelo dos veces le meto un bofetón, que me pica hasta ami la palma de la mano. En el momento que se lo doy me arrepiento. El desconocido tiene la mejilla roja y se la soba con su mano... le ha tenido que dolor bastante.

-Lo sien...-empiezo a decir,pero de pronto me agarra de las dos manos y me arrastra hasta el salón más cercano.

-¡Espera, No queria pegarte de verdad!- trato de decirle, pero creo que no me escucha.

Me empuja y caigo en un sofá. Él se queda de pie mirandome y se desabrocha los dos primeros botones de la camisa que lleva.

-Me acabas de enfadar mucho Marina y eso tiene consecuencias...- me susurra mientras se inclina hacia mi.

Estoy nerviosa, comienzo a hiperventilar y mis ojos se empañan por las lágrimas retenidas.

-No, espere... podemos hablar las cosas, lo siento mucho de verdad.- le digo con el corazón latiendome rápidamente.

-No quiero hablar ahora mismo, sólo quiero hacer una cosa.- me dice mientras que con un dedo me limpia la lágrima que se ha derramado por mi mejilla.¿Cuándo he comenzado a llorar? Trago saliva y le miro a los ojos.

-Y...¿Que cosa es?- le pregunto en un susurro ahogado.

Me mira por un momento y dirige su mano hacia mi cuello y lo acaricia lentamente, luego se inclina y me susurra al oido con una voz ronca y algo excitada.

-Quiero follarte como si no hubiese mañana y tenerte en mi cama para hacerte cosas inimaginables para ti.- me suelta de repente.

No respiro, la cabeza me va a mil por hora¡Dios! ¿Quién es este hombre y de dónde ha salido? Y como si me hubiera leido el pensamiento me contesta.

-Mi nombre es Jack Rikou, por si aún no te habia quedado claro.- Y diciendo eso me da un beso en los labios explosivo, haciendo que mi cuerpo reaccione y le abra la boca para dejar paso a su lengua, nos devoramos mutuamente y se separa de mi cuando creo que me va a dar un ataque por falta de aire. No se separa mucho de mi , ya que su mano recorre mi vientre y va ascendiendo hacia mi pecho, deteniendose en el, Jack se inclina para darme un beso fugaz en los labios y susurrarme al oido unas palabras que me dejan helada.

-A partir de hoy serás mia, como tendria que haber sido desde hace siete años... ya he esperado demasiado.

Diciendo esto, me coje en brazos y me sube por las escaleras hasta llegar al cuarto dónde desperté y me deposita con delicadeza en la cama, mientras él a los pies de la cama se comienza a quitar la camisa.

-¿Lista para jugar señorita mal hablada?-me dice mientras esboza una seductora sonrisa.

A través de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora