"Buenas" Personas.

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Mientras surcaban el cielo en la aerotabla, Jinx trataba de mantener su equilibrio. Aunque no tenía miedo a las alturas, la experiencia de volar en una aerotabla era nueva para ella, y la inestabilidad le resultaba un poco desafiante. Se movía más de lo que le gustaría admitir, aferrándose con fuerza para no caer. Ekko, notando su lucha, no pudo evitar sonreír de forma burlona.

Ekko: ¿Todo bien por ahí?.

Preguntó con un tono juguetón, disfrutando del pequeño giro de roles donde él tenía la ventaja. Jinx, sin querer mostrar su inexperiencia, lanzó un bufido de frustración.

Jinx: Claro, todo está bajo control.

Replicó, intentando sonar despreocupada, aunque su agarre traicionaba su nerviosismo.

Jinx: No te pongas tan cómodo. Esto no significa nada.

Añadió, tratando de recuperar su habitual confianza desafiante. Ekko solo sonrió más amplio, disfrutando del momento. Sabía que, a pesar de sus quejas, Jinx estaba enfrentando un pequeño desafío personal, y eso le daba un extraño sentido de camaradería mientras se dirigían juntos hacia lo desconocido.

Mientras se acercaban a la ciudad, Ekko aumentó la velocidad de la aerotabla. El viento se intensificó y Jinx, sin querer admitirlo, se aferró más fuerte a él. Aunque odiaba la idea de parecer inexperta, no pudo evitar abrazarlo con fuerza.

Ekko sintió cómo Jinx lo rodeaba con sus brazos, y aunque un poco nervioso, mantuvo la mirada seria. El contacto era raro pero no del todo incómodo. Por dentro, no pudo evitar pensar que esta cercanía era diferente a lo habitual.

Jinx murmuraba quejas en voz baja, pero en secreto, el abrazo le daba una sensación inesperada de seguridad. A pesar de sus comentarios sarcásticos, estar cerca de Ekko no era tan malo como había pensado. A medida que la ciudad se acercaba rápidamente, ambos se dieron cuenta de que, por mucho que discutieran, podían ser un buen equipo. Quizás no lo admitirían en voz alta, pero el viaje no solo los llevaba a la ciudad, sino que parecía unirlos un poco más en el proceso.

Al llegar a los edificios de la ciudad, Jinx se lanzó ágilmente hacia uno de ellos, aterrizando con destreza en el techo. Ekko la siguió de cerca, guardando su aerotabla detrás de su espalda mientras observaba a las personas que deambulaban abajo. Todo parecía tranquilo; la gente iba y venía en su rutina diaria, sin ningún indicio de hostilidad o criaturas mágicas.

Jinx, por su parte, miraba la escena con una mezcla de fascinación y travesura. La paz que observaba era como un lienzo en blanco, listo para ser alterado con sus explosiones y caos característicos.

Jinx: *se frota las manos* Imagina cuánto caos podría crear aquí.

Comentó con un brillo de emoción en sus ojos. Ekko, siempre vigilante, la miró con seriedad.

Ekko: No hagas nada, Jinx. No estamos aquí para eso.

Advirtió, sabiendo lo fácil que era para ella dejarse llevar por el caos. Ella, rodando los ojos, respondió con un tono quejumbroso,

Jinx: Eres un a-b-u-r-r-i-d-o, Ekko.

Sin embargo, aunque se quejaba, había algo en su tono que indicaba que, al menos por ahora, estaba dispuesta a contenerse. La ciudad, con su calma, era un nuevo terreno para explorar, y quizás, por el momento, podría disfrutar de la vista sin encender la chispa del caos.

Jinx, con un brillo de aventura en sus ojos, se lanzó del edificio, usando salientes para amortiguar su caída hasta llegar a un callejón. Ekko la siguió rápidamente, consciente del riesgo.

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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