Mclaric Asesinato

III. Capitulo 1.

Me desperté un poco mareada, por la postura iluminadora del sol, probablemente eran las 5:52am por el color magnifíco del cielo.
Me dolía mucho la cabeza, quería quitármela sentia que iba a explotar.
Estaba aun en la fábrica, no recordaba mas solamente el acido sulfúrico que emanaba de ella, nada más, era todo tan confuso.

Me espante tremendamente al ver que había un charco de sangre en el suelo, las hojas húmedas en vez de estar empapadas de agua de lluvia se encontraban repletamente empapadas en un charco de sangre, sangre obscura, casi negra, era todo tan terrorífico. Comenzó a buscar con mi mirada pude apreciar un cuerpo tirado en el suelo a lo lejos, sigilosamente decidí acercarme.

Casi caigo tumbada nuevamente cuando me percate de que era el oficial Simons, mis ojos se abrieron mas, estaba tirado, estaba desangrándose, creí que estaba muerto; pude apreciar también que sus manos estaban llenas de acido sulfúrico, era todo repugnante, prácticamente estas estaban desechas sus músculos y prácticamente sus huesos se podían apreciar con precisión, estaban desmoronándose.

Repentinamente escuche que ahogadamente tocio un poco, me acerque a él y escasamente me observo con cara de espanto y comenzó a decir:

-¡No me toques asesina!

No podía creer que me estuviese diciendo esas cosas a mí, "asesina", me llamo, ¿Que fue lo que paso?, no puedo recordar nada.

El oficial Simons con su último aliento logro pronunciar estas últimas palabras.

-¡Eres igual que tu padre!

Esas palabras me dejaron exuberantemente confundida, ¿Qué está diciendo?, mi padre, a cual se refiere, no podía creerlo, no podía estar pasando, ¿Qué ocurrió hace unas horas?, esta laguna mental me estaba afectando, me desmayo y luego cuando despierto encuentro al oficial Simons a quien conozco desde años, desecho y sangrando para pronunciar esto último, estaba en shock, pánico, no sabía qué hacer.

Luego de unos minutos el oficial Simons murió, yo estaba mal, lo único que pensé fue en llamar a la policía, no importaba que me atraparan si había un cadáver de alguien que yo apreciaba mucho.

Después de realizar la llamada con el radio del oficial Simons, los oficiales comenzaron a llegar como hormigas a la miel muy rápidamente llegaron muchas patrullas, recogieron el cuerpo del oficial Simons y me llevaron el en vehículo oficial.

Como era de esperarse comenzaron a hacerme muchas preguntas, sobre que había pasado, pues el oficial Simons ya hacia muerto en el suelo, desangrado con sus manos desfiguradas por el acido y con puñaladas en las piernas, probablemente para que no pudiera escapar. Estaba cubierta de sangre parecía una caníbal. El oficial Carter muy despectivamente se acerco hacia mí, seguramente iba a interrogarme.

-Madison, ¿Qué fue lo que paso con Simons?, ¿Qué es lo que hiciste?

-No lo sé... no recuerdo nada, solo recuerdo estar la noche anterior allí, pero no recuerdo nada mas, no recuerdo haberme encontrado con el oficial Simons, solo me desmaye y no lo sé...

-¿No te dijo nada mas?, Antes de morir, ¿Alcanzo a pronunciar algo?

-Ah... no, no, solo me informo que les llamara rápido.

-Vaya, hemos perdido a un gran oficial, era un hombre impecable, y eficiente, su pérdida perdurara en este pueblo. Madison, te guste o no vamos a tener que llevarte a la delegación, eres una sospechosa y no sabemos qué paso con exactitud, así que tendremos que interrogarte e investigar, serás libre hasta que la verdad salga a la luz.

-¿Qué?, ¿Por qué?, Porque le haría daño al oficial Simons, le conozco desde muy pequeña, porque haría algo tan vil como asesinarle.

-Lo sé, pero eres una sospechosa, estabas en la escena del crimen están tus huellas por todos lados, y estas cubierta de sangre, probablemente la de Simons, no podemos dejarte así como si nada.