Minino (Dekubaku) Finalizada

Capitulo 17

Escucho cómo llamaban a su puerta, pero de nuevo prefirió ignorarlo.

No sabía cuantos días lleva ya en su autoproclamado encierro ¿Dos, tres? tal vez a lo mucho cuatro, realmente no lo recordaba bien.

Su estado era lamentable, ¿pero quien no lo estaría si le hubieran roto el corazón?

–Maldita sea, ya deja de tocar la puta puerta. – hablo con la voz ronca de tanto llorar.

—Lo haré hasta que abras. – hablo Shinsou desde el otro lado de la puerta.

Katsuki se levantó de su cama solo para abrir la puerta y gritarle al peli morado. —¡¿Qué mierdas quieres?!

—Estoy preocupado por ti, llevas días sin salir y sin hablar con nadie — músito

—¡ ¿Y eso a ti que te importa? Todo esto es tú culpa, así que: hazme el maldito favor de dejarme en paz. No necesito tus malditas preocupaciones, deberías preocuparte por ti mismo, al fin y al cabo eso has estado haciendo desde hace tiempo — le reclamo, cerrando le la puerta en la cara para ya no seguir escuchando las estupideces del otro. Se recostó en la puerta hasta deslizarse y llegar al suelo.

Odiaba esto, odiaba todo, pero sobre todo odiaba el sentirse así, se prometió a él mismo que disfrutaría el tiempo con Deku aunque fuera corto, pero no se espero que fuera como una estrella fugaz; tan bella y tan rápida.

Lo amaba y aunque al principio creyó que solo estaba enamorado ahora sabía que era amor lo que sentía, y lo sabía porque le dolía, porque sufría y sentía que su corazón sangraba.

Una y otra vez se preguntó: ¿por qué las cosas terminaron así?, ¿porque no pudo tener su final de cuento de hadas?. Pero aún no era el final, deseaba que ese no fuera el final. ¿Pero como solucionar algo así, como arreglar algo que ya estaba más que roto?.

—No puedo, ya es muy tarde— lágrimas de arrepentimiento recorrían su rostro como un mar de agua salada, dejó que las palabras venenosas lo cegaran y prefirió tapar sus oídos por sus inseguridades. –, lo siento, lo lamento tanto, Izuku. – rogaba en silencio que sus palabras fueran escuchadas por Deku, aunque sabía que eso era imposible.

Salió de su habitación solo para ir a la cocina, su cuerpo estaba exhausto de tanto llorar, de tanto pensar, reflexionar en que momento se equivocó y en todo lo que no hizo o dijo, pero lo peor era ya no poder hacer nada, estaba en un estado completamente pesimista. Tan lamentable.

Al llegar a la cocina pudo ver a Shinsou sentado en la silla del comedor, quien lo veía detenidamente.

—Debemos hablar – sus ojos violetas lo veían con tristeza, y él solo quería golpearlo.

—¿Disculpa? — frunció el ceño

—Quiero decir... quiero hablar contigo — corrigió apresurado

—Yo no tengo nada que hablar contigo — declaró, dándole la espalda dispuesto a ignorarlo

—Katsuki, yo tengo algo que decirte, ya no puedo aguantar más este silencio.

—Pues vete y muérete con tu silencio — dijo, buscando algo que comer para recuperar energías

—Por favor— suplicó

Suspiro, odiándose por lo que haría. Se dio la vuelta y miró a Shinsou —¿De que se trata?

— Katsuki... quiero decirte que tú eres muy importante para mí, eres más que un simple amigo — dijo, acercándose al cenizo el cual lo veía ahora con curiosidad – desde hace mucho tiempo... tú me gustas — reveló