Capitulo 2

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Izuku se encontraba en su habitación escuchando música a bajo volumen, ya que eso siempre lo ayudaba a relajarse. Su puerta fue abierta provocándole el susto de su vida y temiendo que las bisagras de su puerta se hayan roto por la fuerza que se ejerció al ser abierta. Al levantar la mirada y ver a su hermano pudo relajarse ya que por un momento había pensado que alguien había entrado a su casa a robar.

Aunque Denki no se veía tan bien que digamos, parecía que había corrido una maratón ya que su playera estaba mojada de lo que suponía era sudor, su cabello se pegaba a su frente y su respiración era agitada.

— ¿Se puede saber porque rayos te fuiste sin decirme nada? – pregunto con la voz entrecortado por la falta de aire. —Mira que me vine corriendo todo el maldito camino preocupado por la forma en que saliste corriendo, ¿Tienes idea de las tantas cosas que me imaginé que te pudo haber pasado para que te fueras así? ¡No, claro que no! – exclamo casi gritando de irritación y más al ver que Izuku no decía ni una palabra. Aunque estaba enojado no pudo evitar el sentirse un poco mejor de ver que estaba bien, pero solo un poco.

—No tenías porque... — Denki gruño por lo bajo al saber lo que su hermano diría.

—No te atrevas a decir eso, Izuku, no lo hagas—advirtió—. Sabes que me preocupo por ti y más porque te acuestas con un centenar de personas, no me molestaría si fueran unas pocas, pero son más de las que pudiera contar. – tomo un suspiro para pensar bien en lo que diría. – Realmente no deseaba decírtelo, pero me preocupa que hagas eso, no tiene de malo que tengas algunos amigos con derecho, el problema es... que te cierras, a todo, a todos, no le abres tu corazón a nadie, ni siquiera a mí que soy tu hermano, a duras penas y hablamos de las cosas que te gustan. Lo peor de todo es que si te ocurre o te pasa algo me tengo que enterar por terceros, prácticamente soy el último en enterarme de tu vida, claro, sin contar a mamá y papá. — finalizó el rubio, mirando a Izuku triste.

El peliverde se sintió mal al pensar en cómo se sentía su hermano, y es que no le gustaba decirle sobre sus cosas o más que todo sobre sus aventuras, ya que no le agradaba el ser juzgado y más si se trataba de su familia.

—Lo lamento – dijo sinceramente. – Sabes que solo lo hago por mi celo.

—Esa no es una justificación para que te acuestes con quien se te ponga en frente. – reclamó el rubio mientras se sentaba en su cama y lo abrazaba con su brazo izquierdo.

—Lo sé – respondió entre dientes. – Se que eso no es justificación suficiente para hacer lo que hago.

—Se que es difícil para ti, ya que tus celos suelen ser muy fuertes, pero... podrías intentar controlarte, ¿Solo un poco? No hago esto por molestarte, lo sabes ¿Verdad? – preguntó, recibiendo un asentimiento por parte de su hermano —Te quiero – dijo ya más calmado.

—Lo sé.

—...

—¿Qué? —pregunto Izuku, sabiendo lo que su hermano quería, pero aun así negándose a hacerlo.

—Dilo. —demandó

—No lo diré – dijo Izuku rodando sus ojos.

—Dilo – exigió de nueva cuenta Denki.

—No.

—Izuku, ¡Dilo! — exclamo

—Está bien—dijo, sabiendo que solo gastaba saliva al seguir negándose – yo también te quiero— hablo avergonzado y lo más suave que pudo para que no se escuchara su voz.

—Jajajaja ok, ok — rio Denki complacido de haber obtenido lo que quería y de paso, ver la vergüenza en el rostro del peliverde — Ahora si ¿Por qué rayos te fuiste así?

Minino (Dekubaku) Finalizada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora