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La profesora abré los ojos claramente sorprendida.
- ¿ Treinta y cinco veces?
-Cuando me dí cuenta que eso no funcionaba conmigo he rendido los exámenes de todas las carreras. He comenzado en segundo de preparatoria.
- ¿ Y has sido aceptada en todas?
- Todas ecepto medicina.
Para mi defensa la noche anterior, Megan me había emborrachado. Y lo digo a posta, metió en mi Coca - cola alguna pastilla. No lo noté porque estaba viendo un maratón de Gossip girl , y puedo hacer lo que sea con tal de no interrumpir a Chuck y Blair.
Luego creo que fuimos a una fiesta, donde estuve con un chico que no recuerdo su nombre. Amanecimos en casa de Logan con un chivo en el baño, reprobando así mi exámen de medicina.
-... libros?
Sacudí la cabeza enfocándome en la realidad.
- ¿ Perdón?
- ¿ Qué hay de los libros? Ví el de geología en tu mochila.
- Los he comprado a todos.
- Eso ha de ser caro.
- De volveré los demás cuando elija que seguir.
Frena el coche y notó por la ventanilla que hemos llegado. Y allí está Devonhear, mi universidad.
- No tiene piscina.
- Logan, ¿para qué voy a querer una piscina en la universidad?
- Cuando haga calor que crees que harás ¿Meterte al lago? Nahuelito* no creo que este muy feliz.
- Oye, volveré para el verano, además me han dicho que Devonhear no es muy caluroso.
- ¿Volverás? Porque eres mi mejor amiga y Megan no se anima a decírtelo pero sabemos cuanto odias esta ciudad y viajarás miles de kilómetros a una universidad a la que esperas entrar desde que tienes once años.
Lo miro, su pelo negro cae sobre su frente. Parte de sus palabras son ciertas esa ciudad me oprime, me asfixia, pero no estoy segura si quiero estar toda mi vida lejos de mi familia y amigos.
- Sabes que siempre volveré a ustedes.
El gran edificio blanco esta rodeado por dos torres secundarias. Las montañas nevadas pueden verse de fondo y los árboles grises reposan en el frente.
- ¿Caitlyn?
Me doy vuelta avergonzada, me he quedado en un trance, la universidad por la que he esperado siete años está aquí frente a mis ojos y dentro de dos semanas entraré por esas puertas oficialmente como estudiante de Devonhear.
- Perdona, es que es tan...
- ¿Universitario?, no creo que pienses lo mismo en tiempo de exámenes. En especial si estás en mi clase.
- Ten tu mochila.
La tomé y volví a mirar hacia adelante.
-Gracias por traerme.
Le dije dándome la vuelta, pero ella ya no se encontraba allí.
Que extraño, no la había escuchado arrancar el auto.
Comencé a caminar hacia el edificio principal. El bolso y la mochila comenzaban a molestarme sin contar que el jersey de mi cintura comenzaba a desanudarse. Al llegar coloqué mi mano en el picaporte.
¿ Qué se supone que hago aquí? Se suponía que tenia que ir a mi residencia que se encontraba fuera del condominio de la escuela. Pero aquí estaba, sola en un edificio sin ningún tipo de transporte, ¿Qué importa si hago una visita temprana? Llevo esperando esto desde que tenía once años y mi tío me regaló una revista donde hablaba de aquí.
- Ten Catita, compré esto en la librería, tu mamá me dijo que te encanta leer.
- Gracias tío
Dije dándole un abrazo.
-¿ Por qué hay una nena sin reme...
- Roman, le gusta leer libros no revistas porno.
Mi madre me quita la revista.
- Pero Lily, tiene contenido de ciencias, matemáticas y creo que tiene unos chistes detrás.
- A ver, solo déjame...
Mamá comienza a hojearla y abre los ojos sorprendida, cada hoja y media, comienza a arrancarlas.
- Creo que solo estas hojas puedes leer. Ahora Roman quiero hablar contigo.
- Chau, Catita tu mamá volverá a retarme.
Me hace un puchero y se va hablando con mamá hacia la cocina.
- Le compraste lencería a Lindsey y ahora esto.
- Eran sólo unas media y a ella...
Las voces se pierden cuando cierran la puerta.
El título de la hoja nombraba:
"Suicidio en Devonhear."
Los pasillos estaban vacíos, y se notaba que aún no comenzaban los pre-cursillo porque había olor a cerrado y a antaño.
Comencé viendo aula por aula hasta que llegué al final del pasillo donde estaba la cartelera de los nuevos alumnos este año.
Mi nombre se encontraba en la S, debajo de cinco Stuarts más.
No eran familia, pero nótese debo tener una tatarabuela que le gustaba tener hijos, eso o descendía de conejos.
Comencé a reírme sola por mis estúpidas comparaciones.

Un ruido me sobresaltó, me gire pero estaba sola en el pasillo.

-No, hoy no puede ser Ruprinska.

Me acerqué al aula donde provenía la voz. Encontré aun chica morena con sus bucles amarrados en una extraña coleta, llevaba un buji y un jersey que le convinaba. Se hallaba rodeada de libros en el suelo, intentando tomar por lo menos veinte de ellos con una sola mano, pero no le salía equilibrarse por lo que los que iba juntando caían uno tras otro.

- ¿Hola?, ¿te ayudo con algo?

Dije queriendo ayudarla.

Ella levanto la vista sorprendida por la voz.

-No creo que te convenga, estoy en días de Ruprinska y podría contagiarte mi mala suerte.

- ¿Ruprinska? ¿qué es es...?

Los libros habían vuelto a caer de sus manos y habían provocado que ella tropezara, nuevamente.

- ¿qué más dá?

Ella me ofrece una mano para que la ayude a levantarse.

La tomó ayudándola, pero al hacerlo me desestabilizo, la mochila cae de mi hombro y pierdo el equilibrio.

Acabamos las dos sentadas en el piso de la universidad. Ella comienza a reírse.

- Te lo dije.

Poco después yo también estallo.
Ella coloca un mechón de pelo tras su oreja.
- Soy Talia, por cierto.
- Caitlyn.
- Y Caitlyn ¿que haces por aquí?
Parecía una conversación completamente normal, eceptuando que estábamos en el piso rodeada de libros.
- Pues, estaba viendo mi futuro.
- Con que una adivina. ¿Sabes que otra desgracia me sucederá hoy?
Comienzo a reírme.
- No me has entendido, este es mi futuro. Dentro de dos semanas cruzaré esa puerta como estudiante.
Vuelve a acomodarse el cabello y se sienta en posición de indio.
- ¿ De?
- ¿Qué?
- Estudiante de qué eres.
Mi fuerte no era cambiar de tema:
- Oye, necesito llegar a mi pensión, ¿tienes auto?
- Si no te molesta manejar tú, haz llegado en uno de mis peores días.
- ¿ De qué hablas? ¿Por qué la mala suerte?
Talia se levanta y toma los libros del suelo, la sigo poniéndome de pie.
- Ruprinska, mis días de mala suerte, mal augurio, como quieras llamarlo.
- ¿Esa palabra siquiera existe? Cuidado con la puer...
Por mirarme mientras hablaba, Talia choca con la puerta tirando, nuevamente, los libros al piso.
- ¿Sabes? Esos libros se ven más bonitos en el suelo.
- ¿ Pero con que estudiarás?
- Preguntas mucho.
Se tropieza con los escalones de la salida, hace una maniobra logrando no caer.
- Contestando tu pregunta, creo que es la adolescencia mormona, pero es buen nombre. Aquí tienes las llaves.
Tira un llavero que tintinea, describe una línea parabólica y cae en el capot del auto dejando una linda y notable rayadura.
- Vale, te creo.
...
* Nahuelito: monstruo ficticio del lago de Bariloche, Argentina.
Hola hola!
¿ Qué les pareció el capitulo?
No hay mucho contenido pero en el próximo habrá bastante.
Un saludo para Bella que esta leyendo la historia.
Nos seguimos leyendo.
SDThomas.



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⏰ Última actualización: Sep 24, 2015 ⏰

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