Xiao Xincheng estaba muerto.
Su cuerpo frío yacía en el ataúd. Ningún ritual para traerlo de regreso funciona, no importa cuánto lo intente, el Daozhang sigue sin levantarse.
Es esto justamente lo que deseaba, tenerlo sólo para él y completamente mancillado.
Sucio.
Sí, ahora el honorable daozhang esta corrupto. Sus ropas cubiertas de sangre y lodo, ya no son del hermoso blanco pulcro que vestía en antaño.
Xiao Xincheng dejó de ser inalcanzable hace mucho.
Pero está muerto.
Su cuerpo se siente cada vez más frío. Las risas frenéticas de Xue Yang pasan de la más pura locura a los gritos de desesperanza. ¿Por qué no funciona?! No es la primera vez que lo hace, no debería haber fallas en ninguno de sus sellos pero aun así los revisa. Luego los borra y comienza de nuevo.
Desesperado se acerca a su taoista, lo toma por el cuello y deposita un beso fiero en sus labios. Si esto fuese un cuento, el taoista debería levantarse.
Pero no lo hace.
Xue Yang se enfurece. Lo deja caer en el féretro con molestia y lo ve desplomarse sin fuerza como una marioneta rota.
—Levántate o haré qué tu amigo mate a todas las personas del pueblo…
La amenaza no funciona.
—¡Levántate o lo traeré para que vea cómo vivimos!
No espera respuesta, en su lugar chasquea los dedos y el otro aparece, situándose frente a ellos, a unos metros del ataúd. No hay emoción alguna en el rostro de Song Lang, pero Xue Yang se asegura de que esté lo suficientemente consciente para que su plan macabro dé resultado.
—Es imposible que sólo hubiese una amistad ¿No lo crees, Song Lan? Cuando sus manos tan limpias me tocan, siento que puede arrastrar fuera de mi cuerpo toda la suciedad de mis crímenes. No puedes culparme por ser codicioso.
Se ríe y es entonces cuando realmente parece un loco.
Sujeta de nuevo a Xiao Xincheng en sus brazos y lo besa, sus manos deseosas se hunden entre las telas, buscando la piel qué nunca más será cálida. Sabe perfectamente en dónde tocar, puede despojarle fácilmente del cinturón debido a la convivencia, lo ha hecho en muchas otras ocasiones.Desgraciadamente no hay respuesta, los brazos ajenos no corresponden, sus labios no se abren, saben a sangre seca.
A muerte.
Es un cascarón vacío y a través de ese beso, siente como su alma se le escapa. Mas no lo suelta de inmediato pues disfruta de torturar al qué sigue de pie frente a ellos, en su locura (en su tristeza) esto se siente adecuado. Quiere dejar claras las jerarquías.
El daozhang sólo puede tener un dueño y nunca será Song Lan.
—Es mío, siempre fue mío, yo hice todo esto para tenerlo — dice entre risas, como un mocoso altanero y territorial — No importa que tu tengas sus ojos, lo prefiero sin ellos, cómo es ciego pude engañarlo.
Hay una carcajada más fuerte, parece el rugido de una bestia desquiciada.
— Me pertenece ¡ahora lo sabes!
Después de eso lo envía al bosque. Le asquea verlo, lo odia. Ambos tuvieron suficiente.
Y tenerlo ahí como un ex amante tragico ni siquiera funcionó. Xiao Xincheng no despertará nunca.
ESTÁS LEYENDO
XueXiao One-shots
Fanfictionpequeñas historias XueXiao basados en prompts para comunidad de escritura Cravity RP