Memorias, motivos y el haz de luz

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Memorias, motivos y el haz de luz

Me siento ligero, una inusual sensación de tranquilidad me invade. Pero todo se encuentra obscuro, sé que tengo los ojos abiertos, parpadeo para confirmarlo, pero todo es negro, todo son tinieblas, y de igual manera todo transcurre lento. Me siento flotar, mis sentidos están alerta, pero desequilibrados, no escucho nada, no veo nada, tampoco hay olor alguno, trato de tocar mis brazos. No hay tacto.

Un sinfín de imágenes se cruzan por mi mente al momento de cerrar los ojos, pero desaparecen demasiado rápido como para logra identificarlas... Ahora hay recuerdos. Mi familia.

Recuerdo a mi hermano pequeño:

Ángelo, apenas comenzaba a vivir, tenía ocho años, no estaba lejos de cumplir los nueve. Sus ojos negros, su cabello castaño claro y corto. Su sonrisa inocente que hacia juego con su mirada, todo en el reflejaba un fuerte deseo de vivir. Tenía la nariz perfilada, y pecas, un lunar debajo de su labio inferior al lado izquierdo. El solía ser una de las pocas personas que realmente me gustaba ver en el transcurso del día, siempre sonriente, siempre alerta, me recordaba de alguna forma a mi tiempo antes de comenzar a darme cuenta que la vida no es tal y como te la pintan.

Recuerdo a mi madre:

Su hermosa sonrisa, mirada llena de cansancio en sus ojos marrones, con bolsas debajo de ellos, rastro de su edad que comenzaba a notarse. Estar con ella era sinónimo de sentir tranquilidad, su voz era calmada, a menos que se molestara lo suficiente, sus consejos sin sentido y sus extrañas preocupaciones, la manía que tenía de prestarme más atencion de la que necesitaba. Me comenzaba a preguntar si ya no podría abrazarla otra vez. Si ya no la escucharía decir: ''Si no trabajas duro, no lograras más que lo que ya han logrado otros. '' Era algo más baja que yo, no es que sea muy alto, en mi familia no somos muy altos, era una persona optima para abrazar, siempre podría levantarte los ánimos con una abrazo, desde pequeño fue así y nunca cambio.

Recuerdo a mi padre:

Me pregunto que pensara de mí... luego de hacer mi mayor esfuerzo para que se sintiera orgulloso de mí y no lograr mucho reconocimiento de su parte, me sentí un fracasado. No recuerdo como se veía exactamente, no había visto su rostro aquella noche en mi hogar, tampoco el día anterior, el estaba de viaje por negocios y debía llegar a la ciudad ese día. Cuando llego ni siquiera fui a verlo, tal vez ya no lo volvería a ver, perdió a dos de sus hijos en menos de cuatro años, seguro debía ser un golpe fuerte para el... lamente ser tan altanero por un momento.

¿Qué habrán sentido ellos al darse cuenta que yo no estaba?

Siento dolor de solo imaginarme el sufrimiento y las lágrimas corriendo cuesta abajo por la mejillas de mi madre mientras trata de explicarse a ella misma porque había sido yo. El temor que debe sentir mi hermano...

¿Qué sentiría tu papa, porque me cuesta tanto saberlo?

Siento un nudo en la garganta, maldigo nuevamente mi fortuna, estaba muerto, por alguna razón tenía certeza de eso. Oigo el llanto de mi madre, veo el temor en los ojos de mi hermano, el trata de hacerse el fuerte y consolar a mama, trata de hacerla sonreír.

Cuantas veces no le había dicho a medida que crecía, que si yo no estaba el debía cuidar a mama, encargarse de que ella estuviera feliz hasta el día en que yo regresara.

De la nada recuerdo a mis dos mejores amigos. Nathala y Ferch... Recuerdo que faltaron aquel día a clases, tal vez podrían estar también en este lugar, pudieron aparecer igual que yo en medio de la conmoción. Podrían seguir vivos si así fuera, por como los conocía Ferch debía ser muy fuerte para este punto, y Nathala al ser tan inteligente no moriría con facilidad. Ambos eran constantes recuerdos de que debía mejorar para no quedarme atrás.

Dignos - Gems Of Gods #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora