Esta semana no he ido a clase y mi hermano se ha tomado la molestia de comer en casa con nosotros. Me siento mal, soy la causante de todas las lágrimas que hay en mi casa, que asco doy. Bueno, aún así ya es viernes, tengo que ir a la puta cita con el psicólogo.
Me pongo mis vaqueros algo rasgados, una camiseta blanca con detallitos en negro, mi sudadera gris y mis converse negras. Me cepillo el pelo, pero lo tengo algo sucio, así que opto por hacerme una coleta alta.
Mi madre y yo nos montamos en el coche para ir hacia la consulta, me pongo mis audífonos y me olvido del mundo.
Mi madre está algo rara, no para de mirarme.
-¿Te pasa algo conmigo, mamá? -digo quitándome uno de los dos auriculares.
-No, no es nada, solo que me gustaría saber por qué...
-Mamá, es obvio, mírame, doy asco, estoy gorda, soy fea, tonta, antisocial... ojalá fuera tan hermosa e inteligente como tú...
-Pero... no digas tonterías, eres preciosa y estás demasiado delgada, bueno eso por la enfermedad, pero eres muy lista, aunque tus calificaciones hayan bajado siguen siendo buenas. ¿Por qué nunca me dijiste que te sentías así?
-No lo sé... -volví a ponerme los cascos y no me los quité hasta llegar a la consulta.
La chica, la psicóloga, es algo rarita, En vez de saludar en plan "hola, buenas, ¿qué tal estás?" Lo primero que me dice es "todo lo que me digas aquí será nuestro secreto, así que ya me estás contando qué te pasa, por cierto, me llamo Daniela." Muy normal no es...
Teníamos reservado una hora, pero estuve callada los primeros 20 minutos, lo que reduce bastante el tiempo, me senté en el sofá y observé con atención todos los detalles de aquella extraña habitación. Tenía frases 'positivas' colgadas en las paredes, bueno enmarcadas; un piano, algo que no sé para que sirve en una consulta; una piscina de bolas y una estantería con juguetes, supongo que para niños pequeños; otra estantería con libros y en las paredes había pegado con celo, una especie de carteles que decían "take a smile" y abajo para que se arrancasen unas lindas caritas sonrientes muy simples ":)".
Después de esos 20 minutos me hizo preguntas extrañas que yo no entendía para qué me las hacía, luego jugamos a un juego en el que ella decía una palabra y yo tenía que decir la primera que se me viniera a la mente a raiz de esto, fue algo así "instituto"-"infierno", "amigos"-"0", "profesores"-"amargados", "amor"-"familia", "comida"-"gorda", "espejo"-"complejos", "cuchillas"-"amigas", "internet"-"distancia", "redes sociales"-"distancia", "mejor amiga"-"muerta", "Ashley"-"débil", "Ashley"-"rota", "Ashley"-"gorda" y por último "Ashley"-"muerta". Creo que se quedó algo pensativa o algo preocupada, no sé, simplemente yo dije eso como inconsciente, no lo pensaba dos veces.
Después de ese 'juego' me hizo hablarle de ella, yo no quería, así que cambié rápidamente de tema.
Me dieron ataques de ansiedad cuando ella intentaba retomar el tema, yo no podía, simplemente no estoy preparada para hablar de ello, yo la quiero, ella es mi ángel de la guarda.
Acabé llorando en el suelo, gritando, tirándome del pelo y dándome puñetazos. Tuvo que entrar mi madre para sacarme e intentar tranquilizarme.
Luego fuimos a casa, estaba demasiado mal y quería ir a mi habitación, pero me obligaron a cenar primero. Al final me quedé dormida mientras lloraba. La echo tanto de menos... preferiría que estuviera ella viva antes que yo...
