Dos

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Amie.

Al poner los pies en la fiesta mis lindas amigas se largan en distintas direcciones de esta y no tiene caso buscarlas. Cuando ya veo que se pierden completamente entre la gente (entre los hombres sabrosos) saco un cigarro y el encendedor de mi pecho izquierdo (el escondite perfecto para cualquier cosa), lo pongo en mis labios y lo prendo para dirigirme a un lugar menos poblado. En vez de pasar por en medio de toda la gente decido rodearlos y así llego a la orilla de la playa, me quito los tacones para evitar caer torpemente. Para mi gusto hay muy poca gente aquí atrás o tal vez estoy alucinando, al terminar mi cigarro me levanto y aplasto la colilla para que se apague y no provocar un incendio accidental, aunque pensándolo bien sería genial provocar un pequeño incendio. No estoy loca, solo me divierto de otra manera aunque no soy capaz de hacer eso, tampoco no llego a ese extremo. Termino de pensar esto y comienzo a levantarme pero al hacerlo alguien me empuja lo suficientemente fuerte para que termine empapada en agua de mar. Me levanto y volteo a ver quien a hecho semejante tontería, casi puedo sentir fuego salir de mis ojos. 

—¿¡Qué mierda te pasa!? —digo furiosa viendo al chico que tiene unos hermosos rulos de color caramelo y unos ojos esmeralda hermosos.

—Lo siento, preciosa, me tropecé. —dice para terminar en una sonrisa colgate.

Salgo de la zona donde el agua aún me puede mojar y comienzo a exprimir mi vestido. A la mente me llegan las palabras de mi amiga: según la tonta de Melissa esta sería una noche inolvidable. Yo creo que esta fiesta se acabo para mi. Me agacho para agarrar mis tacos y siento una mirada en mi trasero, eso de que el chico siga aquí me pone neviosa y que me esté mirando me da asco. Me levanto lo más rápido que puedo para salir de ese lugar e irme a la casa pero el chico de ojos esmeralda se pone en mi camino.

—Permiso. —digo lo más educada que puedo.

—No lo creo hermosa.

—Mira, ojitos verdes, quítate de mi camino antes de que te pase algo. —le suelto susurrando-amenazando para que  nadie me escuche ya que al parecer somos el centro de atención. Sé que es por él, lo he visto en algún lado pero el enojo no me permiten recordar. 

—¡Ja!, ¿tú? ¿hacerme algo? —dice en tono de burla, me hago a un lado para seguir mi camino pero el hace lo mismo. Que tipo tan insoportable.

—Mira chico si buscas sexo o algo vete a buscar a otra porque yo no soy de ese tipo de...—me tengo que callar porque al parecer a este chico le llaman. Él me pide un momento para luego contestar rápidamente. Cuando veo que se quita de mi camino, sigilosamente comienzo a caminar para que no me note y salir corriendo de ese lugar pero todo mi plan se va directo al caño, todo gracias a que el tal chico me toma de la cintura con su brazo libre y me pega a su cuerpo, al instante me llega todo el olor de su colonia varonil. Escucho como alguien grita "Harry Sty" pero no se termina de escuchar porque al parecer el chico cuelga la llamada. Lo vuelvo a mirar para arriba ya que es mucho más alto que yo, comienzo a reconocer que es Harry Styles del grupo One Direction, ahora si que es una noche inolvidable. No puedo creerlo. 

—Ya me puedes soltar. —digo molesta. Si, es Harry Styles, pero no se me olvida lo que provocó. 

—A ver chica no voy a soltarte y, de hecho, vendrás conmigo al hotel. Allá te secas  y luego, si quieres, te llevo a tu casa.

—Sólo porque sé que eres... —otra vez soy interrumpida pero esta vez por su estúpida mano, comienzo a quejarme bajo su mano y frunzo el ceño.

—Mejor cállate antes de que termine drogandote y quedes dormida. —amenazo. 

—¿Qué tiene de que diga tu nombre? Todos deberían de reconocerte, eres un vocalista de un grupo muy famoso.

—Sólo cállate y ven conmigo.

—Eres muy agresivo.

—Lo dice la chica que me dijo groserías por haberla empujado al mar siendo un accidente.

—Ya no importa lo que digas.

—¿Eres fan de One Direction? —pregunta cambiando completamente el tema. 

—Que pregunta tan más ridícula, ¡hasta me cambio el tono de voz cuando te reconocí! —digo en tono divertido

—Genial, ahora seguramente quieres una foto conmigo ¿o quieres otra cosa? —me dice mientras me va jalando hacia un auto que debo suponer es su auto. Al llegar me abre la puerta del copiloto y subo a este para luego él cerrarla, darle la vuelta y subirse al lado de piloto.

—Te seré honesta, siempre quise que uno de ustedes fuera mi novio y hasta leía unas fanfics que eran tremendamente pervertidas. —digo con naturalidad, no me importa que sea uno de los chicos que tanto he querido conocer. Volteo para ver su cara y comienzo a reír a carcajadas.

—Nuestras fans si que estan locas. —dice mientras comienza a arrancar el auto.

—Ya mejor cierro mi boca. —es lo que hago después de esa incomoda conversación.

Todo el camino es en silencio hasta que comienzo a cantar sin importarme la opinión de mi compañero.

—Cantas bien pero necesitas entonación y mucha. —dice riéndose.

—Muy gracioso, Styles —digo mientras me cruzo de brazos con el ceño fruncido provocando que el camino otra vez sea en silencio.

Eso me da tiempo para analizar la situación. Nunca creí que conocería a uno de mis ídolos en un fiestesilla. Estoy muy emocionada por dentro pero por fuera demuestro todo lo contrario, no sé si por los nervios o porque no quiero verme mal enfrente de Harry. Sonará muy infantil y muy psicópata pero cortare un cacho del cabello de todos y me los llevare para recordar lo cerca que estuve de ellos. Incluso puede que secuestre a uno de esos ardientes chicos. Ahora si que amo a la tonta de Melissa, mentalmente me aseguro de agradecerle. Gracias, Meli, por invitarme a la fiesta sin ti no hubiera conocido a Harry Styles, pienso dramáticamente. Después de pensar comienzo a cerrar mis ojos en lo que llegamos al hotel donde esta hospedado Harry y los demás chicos.

—Oye chica, —escucho que alguien me habla pero lo ignoro —¡chica! —vuelven a decirme pero esta vez gritando lo que hace que me despierte de golpe y me pegue en la frente.

—¿Tienes la costumbre de despertar a las personas de ese modo? —giro la cabeza para fulminarlo pero me encuentro con un Harry llorando de risa. —¡Eres todo un idiota! —grito y salgo del auto dando un portazo y caminando en sentido contrario del hotel.

—¡Chica! —grita mientras siento que corre detrás de mi para luego abrazarme por atrás y hacer que gire entre sus brazos. —Perdóname chica, no era mi intención hacerte despertar así.

—Bien, pero deja de abrazarme.

—Debería de gustarte. ¿Será que ya me dirás tu nombre?

—No te mentiré, si me gusta que me abraces pero no de esa manera, como si fuéramos amigos de toda la vida. Y soy Amie Brooke

—Gracias, Amie. Bien entremos que me están esperando y seguro me regañaran por haberme salido.

—¿Pides permiso a tu mami para salir? —pregunto mientras me hecho a reir, Harry me fulmina con la mirada y bufa para luego agarrarme de la mano y jalarme hacia el hotel.

Comienzo a temblar de nervios mientras llegamos al lobby, examino cada detalle del hotel y pienso que Meli es una diosa y no pararé de decirlo. Tal vez al llegar al penthouse, donde estarán todos, y encontrarme a los otros cuatro chicos lloraré o los abrazare o me desmayaré, tal vez todas las anteriores.

Esta es mi primer noche en Los Ángeles y la verdad es la mejor noche que he tenido en mi vida, esto si es una noche inolvidable. Gracias a dios que no tome alcohol y podré recordar esta noche todos los días las veinticuatro horas.

Si esto pasó tan solo en una noche ya quiero saber que pasará en nuestros próximos días.

Summer NightsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora