Quisiera que sintieras el mismo cariño por mí
Amelia pov's
Desperté con un mal humor. El sueño aún pesaba en mis ojos cuando sentí que alguien me movía ligeramente el brazo.
—Amelia, despertate, ya es tarde –la voz ronca de Iván me sacó del descanso que había logrado tener–
Abrí los ojos de golpe y lo vi ahí, sentado al borde de mi cama, con una camiseta arrugada que claramente no era mía. Su cabello estaba despeinado.
—¿Qué hacés acá? –murmuré con voz ronca metiéndome más entre las frazadas–
—Me quedé anoche, ¿te olvidaste? –dijo con una sonrisa burlona mientras me daba un suave empujón– Y ahora me toca despertarte porque, al parecer, si no lo hago, nunca saldrías de esta cama.
Me giré hacia el otro lado, ignorándolo deliberadamente.
—Cinco minutos más, Iván. No me rompas las bolas –murmuré tapándome la cabeza con la frazada–
Pero no iba a rendirse tan fácil. Lo conocía demasiado bien como para pensar que me dejaría en paz.
—No seas así, dale, que los chicos nos están esperando –insistió mientras me quitaba la manta de un tirón–
—¡Iván! –me quejé, tapándome la cabeza con la almohada –¡Qué pesado que sos!
—Dale, Amelia –dijo con tono burlón, quitándome la almohada de la cabeza– ya fue. Es un lindo día para salir –dijo dejando una mano en mi pierna–
—Es un lindo día para seguir durmiendo –respondí, haciendo un puchero–
—Vamos, levantate –repitió inclinándose hacia mí. Su mano que antes estaba en mi pierna terminó apoyada en mi espalda baja y sentí un leve roce en mi cadera que me hizo tensarme un poco–
Lo miré de reojo, malhumorada, pero también un poco avergonzada.
—Sos insoportable, ¿sabías? –dije mientras me sentaba en la cama despeinada y con los ojos entrecerrados–
Iván solo sonrió, orgulloso de su victoria.
—Y vos sos una dormilona, así que estamos a mano –respondió con un tono divertido–
Me levanté con desgano y fui al armario a buscar algo que ponerme, mientras Iván se apoyaba en el marco de la puerta, observándome con una sonrisa burlona.
—Deberías agradecerme, ¿sabés? Sin mí, jamás llegarías a tiempo a ningún lado.
—¿Agradecerte? ¡Por favor! Vos sos la razón de todos mis problemas —repliqué lanzándole una mirada molesta–
Iván soltó una carcajada y se cruzó de brazos.
—Bueno, dejá de quejarte y apurate. Los chicos están en la cafetería esperándonos.
Suspiré con resignación. Sabía que no tenía escapatoria. Aunque, por dentro, todavía me preguntaba cómo había terminado compartiendo una noche en mi casa con Iván, como si todo fuera normal.
Después de prepararme, salimos juntos hacia la heladería, donde nos encontramos con el resto del grupo.
—Che –dijo apuntando hacia Iván y a mí– ¿es rara su relación? O sea, nunca salen solo ustedes dos. Al menos que estemos nosotros.
No me esperaba esa pregunta en un lugar como este, frente a todos. Mis amigos estaban mirando a Iván y a mí con la misma curiosidad.
—No sé a qué te referís –respondí, alzando las cejas mientras daba una cucharada a mi helado–

ESTÁS LEYENDO
Te Odio porque te Quiero
RomanceAmelia| Yo no pensaba volverme a enamorar de vos. Iván| Supongo que las cosas cambian... Inicio: 10/Nov/24 Final: ?...