𝟎𝟓┊Seguridad

95 11 4
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A Z A M I

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A Z A M I

          Antes de volver a Japón me consideraba sensata; la vergüenza me ganaba muchas veces, así que era bastante introvertida. Sin embargo, estando aquí, había algo en el ambiente caótico que sacaba una versión más audaz de mí.

Era sorprendente hasta para mí verme hablando tanto tiempo. Había pasado casi media hora de la clase, y no habíamos hecho nada, no porque Nanami no quisiera, sino porque Gojo lo retenía. No paraba de hablar, ya fuera con él o con los estudiantes, y había invadido su espacio por completo, sentándose sobre su escritorio con total desfachatez.

Yuta trataba de hacer conversación conmigo mientras Mai se dedicaba a aportar con burlas ocasionales. Maki y Toge, por su parte, estaban entretenidos en algún juego en sus celulares.

—¿Y cómo es Rusia? —preguntó Yuta, mostrándose genuinamente curioso. Mai también parecía interesada, aunque tenía esa expresión de quien está buscando una oportunidad para lanzar un comentario sarcástico.

—Fría, para empezar. —respondí con una sonrisa ligera, mientras giraba el bolígrafo entre mis dedos. —Y completamente distinta a Japón. Todo se siente más... pesado. Creo que es una mezcla del clima y la forma en que la gente vive.

—¿Pesado? —repitió Mai, inclinándose hacia mí con una ceja levantada. —¿Cómo "pesado"? ¿La gente es aburrida o qué?

—No es aburrida, pero sí más seria. Es como si siempre estuvieran en modo "supervivencia", especialmente durante el invierno.

—Hmm, eso suena deprimente. —comentó Mai, llevándose una mano a la barbilla con dramatismo. —Yo no podría vivir en un lugar así, ¡me gusta demasiado el calor humano!

—Y molestar a la gente. —agregó Maki sin levantar la vista de su celular, lo que provocó una risa ahogada de Inumaki.

Yuta asintió, interesado. —¿Y extrañas algo de allá?

Reflexioné un momento antes de responder. —Supongo que sí. Hice algunos amigos, y me acostumbré al ritmo de vida. También tienen cosas bonitas, como la arquitectura o los mercados navideños. Pero, honestamente, no hay lugar como casa.

𝐅𝐨𝐫𝐛𝐢𝐝𝐝𝐞𝐧. ━━Gojo SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora