Capítulo 29 (Corregido)

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(En multimedia, el conde Blosmour)

Dedicatoria a los lectores que comentaron en el capítulo anterior:

Isavaccaro (Primer comentario)

yamilkaperalta (Segundo cometerio)

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Pov Kira:

Las contracciones son cada vez más dolorosas, el sudor empapa mi cara por completo y todos corren de aquí para allá en busca de cualquier cosa que yo necesitase en ese momento.

—Vale Kira, has dilatado todo lo necesario. De modo que necesito que a continuación empujes con todas tus fuerzas, ¿de acuerdo? —Me pidió Judy mientras colocaba más toallas debajo de mi cuerpo.

Michelle y Cindy se quedaron en el pasillo, procurando que nadie se preocupase demasiado y que de este modo, yo pudiera estar tranquila durante el parto. Además de tranquilizar a nuestro padre, obviamente.

— ¡Ahora, empuja! ¡Otra vez, empuja!—Me decía Judy parando durante unos dos minutos, antes de volver a gritar.

Empujé con todas mis fuerzas mientras los gritos desgarraban poco a poco mi garganta. Mis hermanas me daban apoyo a cada segundo e incluso Cindy me ofreció su mano para que la apretase y suerte que éramos vampiresas porque de lo contrario ahora mismo le habría destrozado la mano.

— ¿Qué ha sido eso? —Preguntó de repente mi hermana Michelle mientras contemplaba la ventana.

No teníamos ni idea de a qué se refería hasta que de repente, un ruido ensordecedor de pasos y armaduras nos llamaron la atención. Judy continuó diciéndome que empujase y como mi prioridad era traer a mi hijo al mundo, me concentré únicamente en esa tarea.

— ¡Mierda, es un ejército! No reconozco los estándares —Dijo Michelle extrañada.

—Tú encárgate de traer a nuestro sobrino sano y salvo, nosotras veremos de qué se trata toda esta mierda —Dijo Cindy soltando mi mano.

— ¡No, Cindy, no me dejes, no me dejes! —Le rogué mientras las lágrimas descendían por mis mejillas.

—Volveré, tú no dejes de empujar, ¿de acuerdo? —Me dijo ella agitando la cabeza de arriba abajo.

— ¡Otra contracción, Kira, empuja! —Me gritó Judy.

Volví a empujar con más fuerzas y tras otros dos empujones, por fin di a luz a mi hijo. Su llanto inundó la habitación y mientras yo sonreía aliviada, mi hermana Judy se encargó de cortar el cordón umbilical y de limpiar a mi hijo con la ayuda de nana.

— ¡Es un niño, un niño fuerte y precioso! —Dijo nana sonriéndome feliz, al mismo tiempo que me traía a mi hijo.

—Eh, hola pequeñín. Soy mamá —Le dije emocionada y sujetando su pequeña manita.

—Bueno mami, ahora tienes que recuperar fuerzas —Me dijo Judy acercándome un carrito lleno de jarras de sangre.

Con cuidado nana me quitó al niño y lo colocó en una cuna, la cuna no había visto en mi vida.

—Este es el regalo de la tía Michelle, lo ha escogido ella personalmente —Me explicó Judy con una sonrisa divertida.

En cuanto tuve la primera jarra, las otras no tardaron en estar igual de vacías. Pronto estuve totalmente recuperada y menos mal, porque en cuanto salí de la cama mi hermana Cindy entró de nuevo en mi habitación para informarme de que el padre de Alexander se encontraba a cargo del ejército que nos estaba atacando.

Vampiros y Lobos (Corregido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora