|Capitulo4|

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Ibamos entrando al cuarto donde nos esparaba Abraham con un sonrisa, detras mia Alicia. Iban saliendo todas las Abrahamers que iban delante mia, era mi turno, era mi momento. En el abrazo se paro el tiempo, solo estabamos el y yo, yo y el, solos.
- ¿como estas? - me pregunto.
No sabia de que me estaba hablando y me quede mirandolo, ya que antes tambien me pregunto como estaba.
- De tu caida digo, tienes las rodillas llenas de fango-.
- bien, ya estoy mejor- dije cada vez con un tono mas bajo.
Nos hicimos la foto y me guiño el ojo.
Llegue dentro del teatro y me senté en mi sitio, asiento 11 fila 1. Empezo una musica y una cuenta atras, y pum empezo el concierto.

un corazon humilde puede llegar a enamorarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora