Te escribo porque la soledad está matándome desde que te fuiste.. Él dijo algo que me recordó a ti y ya no pude mantener mi sonrisa. Sé que el nota que mi amor es frío y distante, sé que nota cuando ignoro sus gestos y cuando no quiero que lea esos libros cerca de mí. Sabe que leías todo eso cuando estábamos juntos, que cantabas esas canciones cada que te lo pedía, que decías esas tonterías y yo me sentía en el cielo.
Recuerdo esas tardes que pasamos juntos y nos reíamos de tontería y media, como decías... Recuerdo cuando me regañabas por morderme las uñas, por no comer, por lastimarme, por pelearme con mis padres, porque me iba mal en el colegio, ahora que lo noto era un desastre, y me hiciste crecer... Hoy toda va mejor, aunque sólo hablo de esos temas. No me atrevería a hablar de mis noches de insomnio, de las historias que llevo en mi cuaderno, de las interminables cartas que te escribo creyendo que voy a tener el valor de dártelas. Tal vez algún día te escriba una, quizás ni la leas, quizás no sea importante lo que tenga para decir, pero necesito decirte lo que pasa conmigo, lo que siento... Porque sé que aún me amas tanto como yo a ti, y que no han cambiado esos sueños que teníamos juntos.
Aunque estés tan lejos y ahora hagas tu vida con ella y yo con él, jamás será lo mismo, nunca sentiremos esto con nadie, y no debería de sentir que le fallo, no es culpa mía sentir esto, amarte de esta manera. Ojalá sucedas, ojalá te encuentre y todo pase, ojalá pueda besarte y quedarme contigo para siempre... Sueña demasiado iluso, demasiado loco y desesperado, pero sé que si no es contigo, este amor no pasará con nadie.