Capitulo LI

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Cada vez que salían a enfrentar la muerte, Minho sabía que no era cuestión de suerte, sino de preparación y confianza

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Cada vez que salían a enfrentar la muerte, Minho sabía que no era cuestión de suerte, sino de preparación y confianza. Cada paso que daba hacia el peligro era una apuesta calculada, respaldada por las habilidades letales de su equipo y la firmeza de su liderazgo. Ser El Enigma no era solo un título, era una carga que pesaba sobre sus hombros con cada decisión, cada bala disparada y cada vida puesta en riesgo bajo su mando.

Pero Minho la llevaba con la misma naturalidad con la que respiraba. No porque fuera fácil, sino porque sabía que cada uno de los hombres que luchaban a su lado confiaba en él con la misma devoción con la que él confiaba en ellos.

En el campo de batalla no había espacio para las dudas ni para el miedo. Había sangre, pólvora y ruido ensordecedor pero sobre todo, había una verdad inquebrantable. Si él caía, los demás caerían con él. Y Minho no estaba dispuesto a perder.

En medio de los preparativos Changbin con su acostumbrada ligereza para romper la tensión habló mientras revisaba su arma.

— Tú te hubieras quedado. Tienes a tu omega y a tus cachorros esperándote — dijo sin mirarlo con sus palabras casuales.

Minho quien ajustaba los guantes en sus manos, levantó la mirada, su expresión serena pero cargada de determinación.

— Hyunjin también tiene a Felix y aun así está aquí. Es mi deber. No puedo quedarme atrás mientras ustedes enfrentan esto. No sería digno de mi posición ni de mi palabra.

Changbin soltó una risa corta, una mezcla de burla y admiración.

— Está bien jefe. Solo trata de que no entre una bala en tu cabeza. Ya sabes por el bien de todos.

Minho lo miró con una media sonrisa, un gesto que reflejaba toda su confianza.

— ¿Con quién crees que estás hablando? —respondió con calma, su tono tan seguro como una roca en medio de la tormenta.

El aire en la sala cambió por completo. Las bromas de Changbin no hicieron mella en Minho, al contrario, solo reforzaron la certeza de que mientras él estuviera ahí, había un liderazgo fuerte que los guiaba. Era el Enigma, un líder que no dudaba, no vacilaba y mucho menos temía a lo que estaba por venir.

Tal y como estaba previsto las fuerzas del gobierno ingresaron al lugar. Desde el cuartel, los drones sobrevolaban la zona, capturando cada detalle con una precisión inquietante. Minho observaba las pantallas en el interior de su vehículo blindado. Cada imagen que parpadeaba frente a él era una pieza del tablero que tenía que dominar.

A pesar del zumbido constante de los comunicadores y el rugido de los motores, la calma de Minho se imponía como un ancla. Era esa misma calma la que marcaba el ritmo del equipo, si él no dudaba, ellos tampoco lo harían.

— La zona está vigilada, jefe — informó un alfa desde el copiloto, sin despegar la vista de la tableta que transmitía las imágenes.

Minho inclinó apenas la cabeza, analizando cada movimiento en las pantallas. El primer indicio llegó como un latido en falso, en una de las casas mejor resguardadas, varias figuras comenzaron a moverse con prisa. Camionetas salieron a toda velocidad, escoltadas por hombres armados que se desplegaban como hormigas.

Cadenas De Luna ~ 𝐌𝐢𝐧𝐬𝐮𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora