Conocernos

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Como era lo que aquí se puede llamar invierno, estaba afuera con la chaqueta mas abrigada que tengo y unas gomitas para entrar en calor, estaba leyendo ese libro que te gustaba y por eso te acercaste, tu chaqueta grande, tus botas infaltables y tu cigarrillo en la mano, tu forma de entrar en calor.

Me enteré que eras amigo de uno de mis amigos esa tarde. Comenzamos a hablar cuando llegaba del colegio, salíamos solo a conversar por horas, a veces solos, a veces acompañados. Y todas las noches sin falta, me llamabas y entonces nos quedábamos hablando por horas hasta que estaba soñolienta y comenzaba a decirte cosas sin sentido.

Amigos y luego muy buenos amigos y luego novios.

Los besos iban  y venían y una tarde me dijiste que me amabas, y yo... me lo creí.

¿Sabes que más creí? Creí conocerte

Labios de muertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora