Al otro día fui visitarte al hospital de nuevo. No se que extraña cosa me hacía pensar que podrías despertar en cualquier momento y yo no quería perdérmelo.
Pero seguías en coma.
Esa día fue cuando entendí que eras tú quien me hablaba. Me lo susurraste muy cerca...
Soy yo, Sophie, no temas
Y de alguna extraña manera, yo ya lo sabía.
Me acompañaste hasta mi casa, o bueno, lo que se podía llamar tú, y en realidad no se hasta que hora te quedaste. Tal vez hasta me viste dormir.

ESTÁS LEYENDO
Labios de muerta
General FictionNo recuerdo el momento en que cambiamos de papeles y ahora soy yo la que te sigue como tu sombra y, al contrario de lo que yo hice, no haces mas que ignorarme y seguir tu vida como si lo que me pasó no fuera tu culpa