Capítulo 5

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 Nicole.


Un señor iba a hablar por el micrófono, y supuse que sería el dueño de la empresa donde trabaja mi padre.

Mencionaba algunos nombres -entre ellos el nombre de mi padre- de los compañeros empresarios de mi papá y les agradecía por los años que llevaban trabajando para la empresa.
Dio un aburridísimo discurso y después agradeció la asistencia de todos los presentes y por último, para terminar el discurso dijo:

-Espero que todos se diviertan y, como es una fiesta, todos podemos bailar así que ¡todo mundo a bailar!-dijo, y comenzó a sonar la música. Ese señor si que sabía vivir la vida loca.

Muchas personas se fueron a bailar, incluyendo mis padres y a las otras personas que se encontraban en la misma mesa que nosotros. Era como si estuvieran esperando esta parte desde hace tiempo.

Justin y yo eramos los únicos que quedaban en la mesa, hasta que dijo:

-¿Me concedes este baile?-bromeó, tendiéndome la mano para que la tomara.

-Por supuesto-dije, entre risas y tomé su mano.

Miles de sensaciones se revolvieron dentro de mi cuerpo, su tacto provocaba sensaciones indescriptibles dentro de mi al solo contacto de su mano con la mía.

Sonaban canciones de cumbia, no era muy buena bailando cumbia, pero tenía al mejor bailarín delante de mi, así que no me preocupé por eso.
Justin sabía que yo era terrible bailando, por eso me había invitado a bailar a propósito.
Pero como siempre, el trataba de enseñarme.

Justin me enseñaba a bailar cumbia, pero la verdad yo era un asco para eso, así que sólo trataba de seguir su paso.
Me hubiera dado mucha vergüenza de estar bailando así en público, pero estaba muy ocupada riendo con Justin como para percatarme de eso.

Varios géneros de música fueron pasando y nosotros seguíamos bailando al igual que las demás personas, hasta que pusieron una canción lenta.

Justin se puso en posición para comenzar a bailar el nuevo género de música que acababan de poner, pero yo no estaba muy segura de querer bailar ahora. No quería arruinar el momento.
Pero al final, Justin me convenció de bailar.

-Pon tus manos al rededor de mi cuello. Yo pondré mis manos en tu cintura ¿de acuerdo?-murmuró, Justin, guiando mis próximos movimientos. Asentí.

Tímidamente coloqué mis manos alrededor de su cuello. Justin puso sus manos en mi cintura baja. La piel se me puso de gallina, y creo que él lo notó porque susurró un: "tranquila, lo harás bien" en mi oído, haciendo que me pusiera mas nerviosa aún.

Pero sabía que bailaba con Justin y no con cualquier persona, así que no había motivo por el cual sentirme como me estaba sintiendo en estos momentos. Él podía hacerme sentir tranquila, segura y bastante feliz, pero también podía hacerme sentir nerviosa, insegura, tímida y un poco celosa.

Sólo es un baile y nada más, pensé.

Entonces, comenzamos a movernos de un lado a otro, él bailando y yo tratando de seguir sus pasos. Y, entonces, me dejé llevar. Estaba tan concentrada en él, en sus hermosos ojos mieles, en sus carnosos labios, y viendo como se los remojaba con su propia saliva, que imaginé que estábamos solo él y yo, y nadie más.

Rápidamente aparté la mirada de sus labios antes de que él notara que estaba viendo como los humectaba con su exquisita saliva y antes de que el maldito impulso que tenía por besarlo me ganara. 


Justin.


Fue una buena fiesta. A pesar de que Nicole y yo llevábamos cinco años siendo mejores amigos, nunca habíamos bailado así.

En cuanto llegué a mi casa, me puse a escribir:


Hoy fue un buen día, me invitaste a la fiesta del jefe de tu padre, y la verdad me divertí mucho contigo.

Por fin te enseñé a bailar xD no eres tan mala bailando después de todo.

que odias arreglarte mucho, pero hoy lo hiciste y la verdad es que cuando te vi se me caía la baba ahí mismo, pero traté de disimularlo.

Enserio te veías hermosa.Me sonrojé un poco cuando bailamos, espero que no lo hayas notado, porque yo si me di cuenta que te sonrojaste, te veías tan linda.Fue tan tierno que te hayas sonrojado por mi. Por mi y por nadie más, amol.



Nicole y yo habíamos quedado de salir hoy,  la acompañaría de compras.

Pasé por Nicole a su casa -como siempre lo hacía- aunque ella tenía auto, pasaba por ella para llegar juntos.

Llegamos al centro comercial y recorrimos tienda tras tienda para que Nicole encontrara las prendas y zapatos perfectas para ella-aunque todo le quedara perfectamente bien-. 

Después de un largo rato, decidimos descansar un poco, nos sentamos en una banca que se encontraba afuera de una tienda de piercings y tattoo's. No llevábamos ni cinco minutos sentados cuando vi al estúpido de Max dirigiéndose a nosotros, yo solo hice una mueca de desagrado, él sabía perfectamente que no me caía para nada bien. Max me miró y solo me ignoró y siguió dirigiéndole la mirada a Nicole mientras se acercaba con paso tranquilo y decidido hacia nosotros.

Cuando estuvo enfrente de nosotros, Nicole lo ignoró. Trató de voltear hacia otro lado, pero Max no la dejó.
De un movimiento un poco brusco -o tal vez yo lo vi así porque estaba realmente celoso- le volteó un poco la barbilla para que lo mirara a los ojos.

-Discúlpame, Nicole. No quiero que estés molesta conmigo-dijo, con una asquerosa sonrisa en su cara, la misma sonrisa que iba a borrarle de un puñetazo.

En ese momento supe que si no hacia algo para detener a Max y apartarlo de Nicole, iba a estallar en mil fragmentos.


Letters [jb]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora