Capítulo 9. Final.

103 10 3
                                    

 Nicole.


Desperté como a eso de las 9:30 am, recordando que lo primero que tenía que hacer era llamar a Justin.
Tomé mi celular y marqué su número.


*Llamada telefónica*

—¿Hola?

—Feliz cumpleaños, bebé—grité emocionada.

—Gracias, Nicky—contestó riendo.

—¿Qué estas haciendo?

—Desayunando con una hermosa mujer.

—¿Ah, si? ¿con quien?—traté de sonar normal.

—Tranquila, celosita. Con mi mamá—rió.

—Ah... Dile a Pattie que le mando saludos.

Se escuchó la voz de Justin diciéndole a Pattie lo que le había mandado a decir.—Dice que igualmente, y está enojada porque no la has visitado.

—Prometo ir a visitarla lo más pronto posible—dije, tenía que recordar visitarla. Pattie era una persona increíble, me caía demasiado bien y nos llevábamos perfectamente bien.

Justin y yo nos habíamos conocido porque Pattie y mi madre estaban juntas en la universidad y, hasta la fecha, son mejores amigas. Pero Pattie se había ido a vivir a Atlanta cuando Justin tenía diez años, y cuando cumplió los dieciséis años regresaron a vivir acá, por lo cual, se reencontró con mi madre y Justin y yo comenzamos con nuestra relación de mejores amigos.

—Pasarás por mi a las 9:00, ¿cierto?

—Claro que si, estaré puntual.

—Esta bien, amol.

—Bueno, nos vemos entonces.

—Vale, adiós.

Colgué. Me levanté de la cama y fui a hacer mis deberes.


 Justin.


Después de colgar la llamada, continué comiendo el desayuno que mi madre me había preparado: panqueques con miel de mapple y huevos con tocino; uno de mis desayunos favoritos.

—¿Saldrás con Nicole?—preguntó, metiéndose a la boca un trozo de panqueque.

—Si, saldré con ella en la noche.

—¿A dónde irán?

—Iremos a algún bar o algo así, así que tengo todo el día contigo y toda la noche para Nicole.

—¡Dios mio, Justin! yo no te eduqué así ¿toda la noche para Nicole?, ay jovencito, creo que debo regalarte condones, soy muy joven para ser abuela—reímos.

—¡Patricia, que mal pensada eres!—reí.

—Lo siento, hijo.

Terminamos con nuestro desayuno y mamá se ocupó en lavar los trastes que habíamos ensuciado.
Cuando terminó, fuimos a la sala y nos sentamos en uno de los cómodos sillones para dos personas, mamá me dio unos cuantos regalos que había traído para mi.

Terminamos de abrir los regalos y vimos una película. Mientras "veíamos" la película, mamá me contaba lo orgullosa que estaba de mi, lo contenta que estaba por a ver cumplido veintiuno y lo mucho que me amaba, la abracé y le avisé que iría a la cocina a preparar unas palomitas, ella asintió y se soltó de mis brazos para que fuera.

Letters [jb]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora