Capítulo 6

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Justin.


Max trataba de hablar con Nicole, pero ella solo lo ignoraba.

-Por favor perdóname, Nicole enserio me gustas, y me encantaría que fueras mi novia.

Nicole no contestaba nada de lo que Max le decía, solo me miraba como diciendo "vayámonos de aquí" pero yo estaba concentrado escuchando la mierda que le decía Max.

-Por favor, se mi novia- le rogaba.

Max seguía insistiendo en hablar con ella. Sabía que teníamos que alejarnos lo mas pronto posible de él antes de que estrellara mi puño en su asquerosa cara.

Pero en vez de alejarnos de ahí, no pude contenerme mas y estallé

-¡Déjala en paz, que no vez que no quiere hablar contigo, idiota!-gruñí, me puse de pie.

-¿Y tu quien te crees para hablarme así, estúpido?, trato de arreglar asuntos que no son de tu incumbencia.

-Todo lo que tenga que ver con Nicole me importa- exclamé, con la mandíbula apretada, ya me estaba hartando de este hijo de puta.

-Quieres quedar como el héroe con Nicole, ¿verdad?- rió, sin humor.

-Vámonos, Justin- Nicole me jaló del brazo, yo solo hacia caso omiso y trataba de sacarme de su agarre.

No me iría de aquí hasta que a Max le quedara claro de que tenía que alejarse de Nicole.

-¡Justin, vámonos por favor! no le hagas caso, solo te esta provocando- seguía rogando Nicole.

-Tienes razón, vamos-dije, y me di la media vuelta para empezar a caminar lejos de ahí con Nicole a mi lado.

-¡Eres un estúpido marica! ¡un hijo de puta! ¡un idiota! ¡eso es lo que eres!.

Me detuve en seco, apreté la mandíbula y mis puños estaban listos para soltarle un puñetazo.
En un rápido movimiento, mi puño ya estaba en la cara de ese cabrón.

Él solo limpió la sangre que había brotado de su nariz y rió sínicamente, para después lanzarse sobre mi.
De un momento a otro, ya estábamos en el suelo. Golpeándonos.

-Justin, por favor déjalo - chillaba, Nicole y jalaba de mi brazo para apartarme de Max, yo intentaba hacerla a un lado para no hacerle daño, pero ella insistía en que lo dejara.

Me posicioné encima de él y comencé a golpearlo una y otra vez, sin piedad.
Hasta que llegó seguridad y nos separó.

-¡Eres un hijo de puta!- gruñó, Max.

Me quedé en silencio, intentando controlar mi respiración agitada.
En ese momento, llegó corriendo una chica rubia.

-Amor, ¿que pasó? - preguntó, sorprendida.

-Melissa, ¿que haces aquí?- preguntó nervioso, evitando su pregunta anterior.

Max estaba asustado, supongo que la tal Melissa era su novia, ¿como se atrevía a rogarle a Nicole que fuera su novia si él ya tenía novia? sin duda alguna era un imbécil. 

Una idea se formó en mi cabeza y actué rápido.

-Lo que pasa es que el imbécil de tu novio le estaba coqueteando a MI NOVIA, ¿sabias que quería andar contigo y con MI NOVIA al mismo tiempo?- recalqué esas palabras, Max me miró y luego miró a Nicole sorprendido-Si estúpido, Nicole es mi novia-mentí. Nicole y yo sonreímos al ver la reacción de Max.

Había muchas personas mirándonos, de seguro disfrutaban la escena.

-¿Lo que dice este chico es verdad?- preguntó, Melissa.

Max se quedó en silencio, dándole a entender a la rubia que lo que yo decía era verdad.

-¡Eres un cabrón! ¿¡como te atreves a hacerme esto!?- le plantó una bofetada, las personas que había al rededor comenzaron a reír. Nicole y yo no nos contuvimos y soltamos una carcajada.

Max miraba a todos lados buscando un lugar donde esconderse. En su mirada se veía la vergüenza y hasta las ganas de llorar que tenía en ese momento así que, sin mas, salió corriendo.

-Vamos a mi casa, Justin.


(*)


-Siéntate, iré por el botiquín.

Me senté en el sofá para dos personas.
Cuando regresó con el botiquín, se sentó a un lado de mi y comenzó a sacar algodón, agua oxigenada y un ungüento.

Antes de comenzar a limpiar la sangre de mi cara, acarició mi rostro suavemente con las yemas de sus dedos para no lastimarme. Me tensé un poco, pero disfrutaba de su tacto y la sensación, así que cerré los ojos.

Cuando apartó sus dedos de mi rostro, abrí los ojos de golpe.

-Te dolerá un poco-murmuró, cerca de mi cara.

Tomó una pequeña bolita de algodón y la sumergió en el agua oxigenada. Empezó dando toques suaves en la zona de mi nariz y labio inferior, que era donde me había brotado sangre, yo sólo hacia muecas de dolor.

Cuando terminó de limpiar mis heridas con el agua oxigenada, untó un poco de ungüento en las zonas hinchadas de mi cara debido a los golpes que aquel bastardo me había dado.

-Listo, ya esta- dijo, una vez terminada la tarea que se había impuesto.

-Gracias.

-Gracias,  ¿por qué?- preguntó, confundida.

Fruncí el ceño y contesté: -Por curar mis heridas.

-Justin, no tienes nada que agradecer, tu sólo me defendiste, de hecho la que te tiene que dar las gracias soy yo-se acercó para abrazarme y yo respondí de inmediato a su abrazo-Gracias, Justin.

—Te quiero, pequeña—susurré, contra su oído.

—Igual yo—besó mi mejilla.

Nos quedamos así unos cuantos segundos. Después de separarnos fuimos a la cocina por algo de comer.

Letters [jb]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora