Capituló 8

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Recuerdos

- Muy bien idiotas, ¿donde estaban? - miro a sus dos hermanos, lo cual llegaron tarde a la reunión.

Ya que, al parecer el no era el único que observaba diferentes ilusiones a su al rededor, Allison se encontró con un hombre que desapareció al segundo siguiente, como si nunca existieran, así con una inmensa variedad de objeto o personas.

- lo sabemos pero- Diego le tapo la boca a su hermano, impidiéndole continuar con la oración.

- No tenemos por qué darte explicaciones maldito enano.

- Diego, entiendo que estes molesto conmigo, pero esto va más allá de tu rencor - se acercó lentamente hacia su hermano - no quiero que Sophia salga herida por una estupidez tuya.

- Creo que de eso ya te encargaste tu, al desaparecer casi 10 años - le mencionó casi escupiéndole en la cara.

El ambiente se sentía muy intenso, parecía que no eran familia, el odio entre los dos hermanos era evidente.

- Hice lo que pude para regresar, para estar...

- ¿Para abandonarla de nuevo? - dio un paso hacia el - dime Five - lo observo de arriba abajo, inspeccionando como se enfadaba, como agarraba sus puños con fuerza - si eres tan buen padre, ¿por que no estás con ella ahora?, ¿Acaso no te importa?, ¿Por que no le dices la verdad?, ¿Por que no le dices que abandonaste a su madre en aquel hotel?... - no pudo continuar, ya que Five le dio un puñetazo en la cara.

- No te atrevas a cuestionar mi decisión - observo a su hermano enojado, triste, roto - ella sabía...- dio un paso hacia su hermano - yo quería quedarme... - las lágrimas brotaban sobre su rostro - ella no me dejó...

Todos en la habitación lo observaron, era la primera vez que lo miraban así, tan vulnerable, tan destrozado, desde siempre la muerte de ___ le afectaba, era un tema prohibido entre ellos, al menos mientras él estuviera presente.

- Si así te pondrás, no mereces saberlo... - le mencionó el moreno para después apartarse e ir a la mesa.

En aquella reunión no obtuvieron nada, nadie sabía que hacer, ni por donde empezar, eso los dejaba intranquilo, el no saber quién o que desaparecerá al día siguiente, eso los dejaba preocupados, pero como no tenían nada acordaron buscar pistas y encontrar e otro día.

La reunión había terminado, pero Five se quedó pensando en lo que le había dicho Diego, ¿que necesitaba saber?, entonces recordó que Luther le trataba de decir algo antes de que el moreno lo interrumpiera.

- Luther - llamo, captando la atención del nombrado - ¿tú sabes lo que se refería Diego? - el grande lo observo dudando si decir o no lo que presenció en aquella cafetería.

- Lo se, pero no estoy seguro si contarte.

- Vamos Luther, ¿que podría ser? - mencionó confiado, mientras que el rubio lo observaba desconfiado.

- Bien... yo... - observo una servilleta sobre la mesa, la tomo y escrito la dirección de la cafetería - ten, ve a este lugar - le dio la servilleta, dejando al peli negro desconcertado.

- ¿por que- no lo dejó terminar la pregunta, pues su hermano ya se había marchado como el resto.

Al salir de la reunión, Five no lograba quitar de su cabeza ese recuerdo, el recuerdo donde el amor de su vida estaba a su lado, cuando la vio por primera vez, cada risa que obtuvo a su lado, estando solos en el fin del mundo, su rostro al enojarse, lo feliz que ella estaba cuando descubrió su embarazo y su mirada triste al dejarla sola en ese hotel...

La verdad del amor (Five Hargreeves) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora