¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Lo siento, pero yo no te puedo querer de otro forma que no sea amistosa"
Con tan solo recordarlo su pecho se apretaba.
Spreen se había armado de valor para declararse a su mejor amigo de la adolescencia; Carre.
El estaba seguro que lo aceptaría. Sus coqueteos, sus miradas, la forma en la que le sonreía. Hasta sus amigos decían que ellos eran algo más que mejores amigos. ¿Entonces porqué lo rechazó?
Se compro ropa muy costosa, compro un ramo de flores enorme y hasta se aprendió un párrafo enorme donde decía todo lo que le hacía sentir.
De repente dejó de escuchar la música que se reproducía en sus audífonos. Trató de averiguar que sucedía, pero al parecer a su celular se le había agotado la pila.
-¿Cuántas cosas malas me faltan por pasar? -murmuró para sí mismo.
En el autobus donde iba no había mucho ruido, pero eso no quitaba lo mucho que le molestaba no escuchar su música en un transporte público.
Sin querer, volvió a recordar la mirada de disgusto por parte de su amigo y el como le devolvió el ramo de flores con una sonrisa forzada.
Sus ojos se humedecían con cada recuerdo, hasta que finalmente se rindió y dejo escapar gruesas lágrimas de sus ojos. Volteó su cabeza hasta la ventana del autobús y se quedo observando todo el trayecto hasta su casa, aún faltaba mucho para llegar, por lo cual se dio la libertad de llorar todo lo que quisiera hasta que sus ojos dolieran.
El autobús se detuvo por unos momentos y luego empezó a avanzar de nuevo, esto no le llamo la atención ni un poco, pues dedujo que se detuvo para recoger a más personas.
-Disculpa... -murmuró alguien, bastante cerca suyo. -¿No te molesta si me siento a tu lado? Ya casi llegó a mi casa y no hay asientos.
Spreen dejó escapar otro suspiro, algo malo volvió a pasarla. ¿Cuál era la probabilidad de que ese chico viniera a sentarse justo al lado suyo, justo cuando le acababan de rechazar y estaba llorando?
Negó suavemente y el muchacho le agradeció con una sonrisa.
Spreen no se molestó en observar al chico, estaba demasiado centrado en recordar una y otra vez las palabras de carre...bueno, eso era hasta que escuchó un ligero sollozo cerca suyo.
¿El tipo raro estaba llorando?
Volteó disimuladamente y se topo con que sí. Un azabache con un gorrito negro y una carta destrozada en sus manos estaba llorando.
Su mente hizo click en ese mismo instante. ¿A ese chico también lo habían rechazado?
-A ti...¿también te rechazaron? -murmuró una pregunta de manera tímida, tratando de no hacer que el chico se sintiera aún peor.
El chico con gorrito murmuró un pequeño "si" inaudible y limpió torpemente las lagrimas que caían de sus ojos azules.
Spreen recostó la cabeza en su asiento y se sintió libre. Alguien comprendía el mismo dolor, eso significa que podría expresarse libremente.
-¿Cómo se llamaba? -preguntó ahora el de gorrito, sin apartar la vista de sus manos.
Spreen sonrió débilmente y más lagrimas cayeron de sus ojos.
-Su nombre es carre. Yo...yo creí que podíamos ser algo... -mordió sus labios. -Él me miraba tan...bonito. ¡Nuestros amigos decían que parecíamos novios! Y él...simplemente me dijo que no podia verme como algo más además de un amigo. -se expresó, limpiando sus lagrimas con dolor.
El azabache lo observó detenidamente, y luego se rompió en llanto.
-Es irónico, porqué me sucedió justo así como a ti. -susurró. -Se llama luzu. Incluso llegó a decir que me amaba demasiado -apretó sus manos.
Spreen se sintió comprendido, y se dio la libertad de seguir explicándole a un completo extraño el como su corazón se rompió como un vaso de cristal.
El azabache tampoco se quedó ahí. Siguió hablando con el chico, se enteraron que compartían muchas cosas en común y hasta rieron juntos.
-Los ojos me duelen como no tenés idea flaco -comentó entre risas. No era algo extraño, pues había empezado a llorar desde que entró al autobús. Sus ojos estaban muy hinchados y rojos, y su nariz estaba roja también.
El de gorrito lucía exactamente igual.
-Eres alguien muy agradable, la neta. ¿Cómo te llamas?
-Me llamo Spreen. ¿Y vos?
-Soy Quackity, un gusto Sprin.
-El gusto es mio
Sin nisiquiera darse cuenta, habían creado un vínculo especial.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
