Capítulo 2. Hola!

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Luke
Se revolvió incómodo en su cama, llevaba dos horas tratando de conciliar el sueño, pero cada vez que cerraba los ojos su mente no paraba de susurrar que tenia que idear un plan para conquistar a Tiffany, un plan que no fallara, no podía desperdiciar esta oportunidad.

Cuando su madre se fue a Estados Unidos a trabajar el había decidido quedarse para estar cerca de Tiff, con lo que no contaba era que su madre lo iba a enviar a vivir con su padre en un pueblo fuera de la Ciudad, de esta forma no supo más de ella, hasta ahora.

-Esta vez si vas a ser mía- se repetía una y otra vez -cueste lo que cueste.

...

Al día siguiente estaba preparado para llevar a cabo su plan, esperaría que ella se asomara y saldría a saludar como un vecino más, ella no se resistiría a él, ahora era muy atractivo, se dejó crecer el cabello y lo llevaba en un estilo descomplicado cayendole por la cara, eso le daba un aire sombrío.
Usaba ropa ajustada que dejaba ver sus músculos bien definidos, ya no era aquel chico flacucho de pelos parados.

Una vez más se paro frente al espejo, observó sus tatuajes y acomodo su cabello, se asomó por la ventana y allí estaba ella hablando con su madre, llevaba una blusa blanca ajustada y unos jeans tubo. -Dios que buena estaba- se mordió el labio imaginandose recorriendo sus curvas.

Espero a que la madre de Tiff se fuera y salió a la puerta antes de que ella entrara, se quedó observandola por un momento hasta que ella noto su presencia.

-Hola - saludo a Tiffany, pero fue todo lo que alcanzó a decir antes de que ella bufara molesta -Vaya otro estúpido pueblerino que se cree playboy- y entrara a su casa rápidamente.

Se quedó allí pasmado, vaya que se sentía estúpido, que había pasado? No se supone que ella correría a sus brazos?

Miró hacia un costado y observó a tres chicos que estaban sentados en la esquina y una señora bajita que barría la puerta de su casa. Todos lo miraban extrañados y con razón, desde que se mudo allí no había hablado con nadie, es mas no había salido de la casa ni un segundo.

-El plan pasivo no funcionó, tocará ser más agresivo- sonrió mientras entraba a su casa.

...

Tiffany

-Porque tenias que traerme vivir a esta pueblucho de mierda?- Se quejaba una y otra vez desde el asiento de copiloto del carro, su madre Lilian en vez de contestar a sus reproches le hacía señas de que se callara, no la dejaba escuchar el teléfono.

La madre de Tiffany había estado haciendo negocios con un tipo peligroso y habían recibido amenasas de muerte, así que ella decidió ocultarse con su hija en un pueblo pequeño, mientras se calmaba todo.

-ya casi llegamos, deja de quejarte- le dijo Lilian mientras seguía despacio al camión de la mudanza.

Llegaron a su nueva casa, un caserón lo más ordinario con ventanales de madera pintados de blanco y las paredes de un verde estrindente. -Dios, es que no encontraron un color más chillón- dijo a su madre mientras se bajaba del auto.

Uno de los tipos de la mudanza la miraba de arriba a abajo mientras hablaba con su madre, lo miró con desden y el hombre le guiño el ojo, como deseaba volver a su casa, a su vida, a su barrio con sus vecinos perfectos.

Su madre le encomendó encargarse de toda la mudanza mientras ella iba a hacer unas vueltas, Ahora ella tenía que vigilar que no robaran nada. Se quedó allí parada toda la tarde jugando con su celular cuando sintió que le hablaban al oído.

- Que hermosa estas mamasita- le susurro Mario el hombre de la mudanza.

Se estremeció al escuchar aquello pero no podía permitir que oliera su miedo. Nuevamente lo miró con odio y después de taparse la nariz le dijo - es que no te lavas los dientes estúpido sucio. Se retiró de su lado y cruzó los brazos apoyada a la pared. Esta iba a ser una tarde muy larga.

...

Apenas toco su cama se durmió estaba muy cansada de todo aquello.

Al día siguiente nuevamente discutía con su madre por dejarla sola en aquella casucha, se iba a morir del aburrimiento!

Lilian la ignoró y siguió caminando hacia el auto, así que se quedó en la puerta de su casa con la palabra en la boca. Como odiaba que su mamá hiciera eso. Mientras veía como su madre se iba, se dio cuenta que alguien la observaba, se dio vuelta al frente y vio a un muchacho, que la miraba fijamente.
-genial es que no habían más chicas a quien mirar en ese lugar?- pensó.

El joven la saludo, pero a ella no le interesaba su saludo, no le interesaba nada de este lugar.

-Vaya, otro pueblerino que se cree playboy! - Exclamó antes de meterse y dar un portazo

Hola este es el segundo capítulo espero les guste...por fa no se olviden de darme sus impresiones y comentarios sobre la historia, y si les gusta.

Gracias por leer! Cielpe.

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