Sin estrellas

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Era un día normal, un día como cualquier otro. Estaba con mi tia Sally en casa. Soy una niña de once años con el pelo castaño a la altura de los hombros. Tengo los ojos verdes como la pradera. Soy bastante bajita y delgada. Tengo unas gafas bastante grandes color rosa chillón. Soy muy optimista y tengo la manía de intentar hacer las cosas por mi cuenta , sin pedir ayuda a nadie. Me llamo Andrea. Soy un poquito rara, la verdad. Paso casi todo el tiempo leyendo el libro de cocina de mi tía Sally, o mirando entretenida mi colección de clips de colores. (Tengo ya 124 clips en mi colección) Vivo con mi tía Sally porque mis papás son astronautas y están en la luna. Yo pienso que debe de ser muy chulo estar en el espacio con todas las estrellas por tu alrededor, volando por el cielo en un cohete...tiene que molar... Bueno, en fín , que si, que estaba con mi tía Sally en casa, que es la que me cuida. Hoy venían mis padres, así que estaba muy contenta. Estaba sentada en la mesa de cristal de la casa de mi tia Sally, haciendo un dibujo para papás de bienvenida .
-¿que tal?-pregunté.
-precioso-respondio mi tía Sally.
Yo lo observé durante varios segundos. ¡Que bonito era!
Luego me dirigí a la enooorme cocina de mi tía Sally. La casa de mi tía era una casa enorme y muy moderna. Mi tía es muy especial , alegre, dicharachera, algo despistada y con un gusto para vestir...era también un poquito rara, como yo. A mi tía Sally le encanta viajar y tiene amigos por todo el mundo. Bueno en fin, a lo que iba, su casa es gigante. Y la cocina es su sala favorita de la casa, por lo que ocupa la mayor parte de su morada. Cogí el libro de cocina, y me puse a leerlo. Llevaba así varias horas, cuando oí una voz a mi espalda que dijo:
-hola cariño-
-¡mamá!
Les salude a ambos (pues papá también había venido) entonces corriendo fueron al teléfono y llamaron al 112. Teclearon rápidamente un montón de botones y comenzaron a hablar con...con...¡y yo que se con quien! cuando terminaron de hablar les miré con cara de preocupación.
-No te preocupes Andreita-dijo mi padre.
-Eso cariño no pasa nada- me tranquilizó mi madre.
Entonces pregunté: -¿pero que pasa?-estaba temblando
-¡Han desaparecido las estrellas!-dijeron al unísono.

¿QUIEN HA ROBADO LAS ESTRELLAS?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora