baby bites ; clemmings.

xiii.

michael sonrió mientras masticaba sus panqueques, mirando cada segundo a luke y su cuerpo moverse por toda la cocina. michael se fijaba mucho en el cuerpo de luke, luke tenía los hombros anchos, piernas largas y un abdomen muy lindo. joder, que si luke no era lindo. luke terminó de servir su café y se sentó frente a michael, quien sólo bajó su mirada al plato de panqueques.

"están buenos." dijo el menor, luke sonrió y sorbió ligera y silenciosamente de su café.

"me alegra que te gusten, pequeño."

"me gusta todo lo que haces." michael sonrió.

luke sonrió, a él le gustaba todo mikey.

comieron en silencio, michael tratando de no perderse mirando la nariz de luke tomar un color rojo mientras bebía el café. dios, luke era precioso.

cuando terminaron luke recogió los platos y los llevó al fregadero, sin lavarlos por el momento. michael se paró de la silla y miró su atuendo, no andaría en casa con una falda. con cuidado la deslizo hacia abajo en sus piernas sin saber que estaba bajo la mirada de luke, dejándose las medias rodilleras celestes puestas, éstas tenían en las rodillas unas estrellitas azules, haciendo parecer a michael de alguna retorcida manera más inocente. luke dejó salir el aire y michael notó que lo miraba, por lo que su cara se tiñó de rojo. tiró de su suéter un poco más abajo tapando más de sus muslos.

"no quiero ensuciarla, lukey, es muy bonita." dijo con una sonrisa vergonzosa.

"está bien, cariño, ponla en tu habitación."

"ya vuelvo." dijo con más energía mientras saltaba por ahí saliendo de la cocina con la falda doblada en sus manos.

y luke no podía sentirse más frustrado por ese niño.

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empecé a oír a melanie martinez, no dirá más.