baby bites ; clemmings.

xxii.

al momento en el que luke sale del baño ve a michael acostado en su cama, cubierto con una sábana hasta el pecho y un par de audífonos rosados en sus oídos. sonríe mientras su suave voz se intensifica cantando the fighter con los ojos cerrados. michael ni siquiera ve que él se sienta a su lado en el suelo.

"somehow they both know, he's not coming home. coming home." cantó alto, sosteniendo la última nota.

"loneliness has always been with me, with me." cantó luke en voz baja mientras sonriendo pone sus manos cerca del rostro de michael y toca sus párpados.

el menor abre los ojos sorprendido y sonríe cuando luke arruga su nariz hacia él.

"hey, esa es mi mueca." dice suavemente y se sienta, el suéter azul se queda prensado bajo su trasero cuando y las mangas se quedan en sus antebrazos.

"no puedes contarle a nadie lo que hicimos." dice luke cuando michael ya se ha sacado los audífonos.

"no se lo diría a nadie de todos modos." el menor frunce el entrecejo. "es algo íntimo, lukey, sólo tuyo y mío."

"exacto, cariño." luke pronuncia, pasando su mano por el suave cabello de michael.

"¿con cuánta frecuencia los adolescentes se... eso?"

"no a diario, cariño." mintió. usualmente él lo hacía a diario, pero él era sólo un maldito hormonal. "ni a la semana, pocas veces en realidad."

"oh, ¿por qué? se siente bien." admite con sus mejillas sonrojadas.

y luke no sabe cómo controlarse.

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ni crean que van a tener sexo, pajeras, no.

sólo digo que melanie martinez me encanta cada día más.