xxiii.

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se levanta del suelo para sentarse en la cama junto al menor, por lo que está más cerca del rostro de michael, su mano cae relajada en el muslo de michael, obviamente cubierto con la sábana. la mirada verde baja a su mano y la sangre sube a las pálidas mejillas del chico de quince años una vez más, usualmente eso pasaba cuando luke lo tocaba.

los ojos de luke se posaron en las coloradas mejillas de michael y una sonrisa boba viste su rostro, ese niño era tan hermoso. era una hermosa rosa, era un jardín delicado. era cada una de las hermosas flores que existían en este mundo, con un débil tallo que flaqueaba bajo cada toque que él le otorgaba. él era un muro, un muro que se llenaba de grietas cada vez que su rosa lo miraba y era tan débil, podía ceder con tan sólo oler el perfume de su preciosa flor. pero era fuerte al mismo tiempo, eran sólidos ladrillos que sólo tenían ese propósito en la vida. ladrillos que sólo protegían a un jardín, a una flor.

pero para michael luke era... el cielo.

esa mirada azul era infinita y el verde del pasto en sus ojos se quedaba corto bajo el mar que luke proyectaba. una sola mirada de luke debilitaba a cualquiera y michael se sentía afortunado, porque la mayoría de las miradas de ese chico eran para él.

su mano se acercó a la barba que crecía perezosamente en la cara de luke, luke suspiró y michael raspó sus dedos allí un par de veces.

a veces michael tampoco podía controlarse.

sus dedos se movieron hasta la mandíbula de luke, y su otra mano subió al lado contrario. su pequeño cuerpo en un abrir y cerrar de ojos estuvo sobre el regazo de luke y lo miró menos de un segundo, antes de cerrar sus ojos suavemente e inclinar sus rojos labios hasta hacerlos chocar con los de luke.

quizás michael era una flor con un lindo perfume y un dulce néctar en sus pétalos.

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mi vida amorosa es un fracaso así que mis metas están aquí adiós.

baby bites ; clemmings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora