Capitulo 3.

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Había llegado a mi casa y entre por la ventana de mi habitación, aterrizando justamente en el piso.

- ¿Estás son horas de llegar Michelle? - escuche.

- Mamá, ¿qué haces acá? - la mire asustada.

- Repito, ¿estás son horas de llegar Michelle?.

- ¡Deja de llamarme así, mi nombre es Lauren! -exclamé.

- Claro, pero para beber y salir de fiesta si eres Michelle, ¿no?.

Mi madre extendió su brazo hacia mí y me mostró una célula de identidad falsa que había falsificado, en el cual decía que me llamaba Michelle y que tenía 22 años.

- ¿De dónde sacaste eso?.

- ¿Porque eres así?

- ¡¿DE DÓNDE SACASTE ESO?!

- No sé qué más hacer contigo, no sé en qué momento cambiaste tanto.

- Créeme que a mí igual me gustaría saber.

- Lauren, déjame ayudarte por favor, tú no eres así, por favor hija - dijo mientras me suplicaba.

- Siempre he sido así, simplemente que nunca me he mostrado al mundo de esta forma, y ahora que soy la verdadera yo, nadie me quiere, ¿no?.

Mi madre se sentó en mi cama y miro hacia abajo.

- No te crié así, nunca deseé que fueras así.

- ¿Y crees que yo lo deseé? Claro que no, pero tú no me conoces, yo tampoco me conozco a mí misma, solo trato de vivir el momento y no amargarme - dije fuertemente.

- No tienes remedio, ¡apenas tienes 19 años!.

- ¿Sabes qué? Me importa una mierda lo que pienses de mí, está soy yo, y me largo - dije dándome media vuelta.

Salí por la ventana nuevamente con tranquilidad, pero furiosa por una parte, sabía que mi madre no me seguiría sabiendo que no le haría caso, así que simplemente me aleje de mi casa y empecé a recorrer las calles de la bella Miami mía.

Vi mi barrio, tranquilo, bello, puro y colorido, sin duda alguna yo no pertenecía acá, por supuesto que alguien que no tenía color ni alma no pertenecía acá.

Mire los árboles, y entre ellos encontré uno grande, camine hacia el, y empecé a trepar hasta quedar sentada en una de sus ramas.

Podía ver las casas con sus flores llenas de colores, podía ver a los autos recorriendo las calles que alguna vez ella vio con alegría, podía ver el cielo, que vio como esta chica se destrozaba con el pasar del tiempo.

Cerré los ojos y empecé a respirar hondamente, tratando de alejar los problemas de mi mente solamente por un momento, tratando de olvidar las memorias por un simple momento.

- Mierda...

A lo lejos, podía ver a alguien que conocía muy bien, demasiado bien para ser exacta.

- Mierda, mierda, mierda, ¿que hace ella acá?.

Después de unos segundos pude observar que no andaba sola, sino que con una pequeña, su hermana supongo.

Empecé a observar bien, ella se veía cansada, no se veía como el rayo de sol que era antes, no se veía con ánimos, estaba mucho más delgada, incluso su pelo se veía maltratado.

En cambio la pequeña estaba emocionada por empezar a jugar con los juegos del parque, ella era una pequeña versión de Camila, una versión en miniatura, pero claro, la diferencia era que la pequeña estaba llena de vida.

Empecé a considerar la posibilidad de acercarme hacia ellas, pero no podía debido a lo que empezó a pasar entre nosotras.

"No Lauren, contrólate, ten autocontrol en ti misma".

Espere que pasase más o menos media hora, y empecé a descender del árbol y junto a ello empecé a caminar hacia mi casa, sin saber en qué más pensar y sin saber que iba a hacer al llegar a casa.

No hogar, mi hogar se había destruido hace mucho.

Saque las llaves de mi bolsillo delantero, y empecé a abrir la puerta principal de mi casa como la gente normal. La abrí, y vi que aunque fuera más o menos la hora en la que mis padres se levantaban, ellos no lo estaban, así que cerré la puerta silenciosamente y me dirigí a mi habitación esperando ver a mi madre para recibir otro regaño de parte de ella, pero al llegar no estaba.

"Pfff, que milagro, estas cosas deberían pasar más seguido".

Cerré mi puerta, me saque los zapatos y mi ropa, hasta quedar solamente en ropa interior.

Me tendí en mi cama y mire mis brazos, contemplando las marcas que quedaron en mi.

- Estas, fueron por el pasado, estas... por las acciones del bastardo de Keaton, estas fueron por las acciones que cometí, estas por todo lo malo que he hecho, pero esta... esta es por el amor perdido.

Toque la cicatriz que hice cuando supe que lo había perdido todo, que había perdido la sensación del amor puro, que la había perdido a ella, sonreí al pensar en los momentos que tuvimos, sonreí al recordar ese beso con sabor a cereza.

La cicatriz tenía una forma, tenía la forma de un sol, porque para mí, ella siempre fue el centro de mi universo, yo era un planeta y giraba alrededor de ella, ella siempre fue para mí, lo que nadie pudo lograr, ella siempre provocó chispas dentro de mi.

Pero debía superarlo, debía dejar de pensar en ella, ya había pasado demasiado tiempo.

Le di la espalda a la pared y cerré mis ojos.

"Idiota, no sé porque sigo pensando en el amor que sigo teniendo por ti".

Over (I kissed a girl segunda temporada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora