16 de diciembre, 2024.
— Lamento tener que venir a interrumpir su privacidad Señorita —Ahí estaba Nasso, apenado—. Le prometo que en unos meses me iré.
Las maletas de Nasso y Nasso estaban en la entrada, yo solo lo miraba. Estaba a punto de irme a la empresa.
— No se preocupe, Nasso, lo único que le pido es que tenga respeto por mí —Me ponía los zapatos mientras hablaba—. Mire, puede traer sus cosas mientras yo estoy en la oficina, le dejare las llaves aquí, por favor cierre bien cuando salga.
— Por supuesto Señorita no se preocupe —Respondío Nasso—. Y muchas gracias por aceptarme en su departamento, prometo que no seré un problema para usted.
— Solo pido un respeto mutuo joven —Hablé con voz clara mientras tomaba mi bolso—. Bueno, volveré más o menos a las 9 u 8.
— ¿Tan tarde? —Preguntó Nasso—. La hora de salida habitual es a las 6 de la tarde. Los encargados y los ejecutivos salen a las seis treinta.
— Oh, claro, los jefes de oficinas salimos a las seis treinta —Me reí. Revisaba si tenía todo lo necesario en mi bolso, comencé a salir hacia la puerta—. Pero yo tengo un severo problema llamado Robert Morehouse, así que es un lío llegar a casa temprano. Bueno, pase buen día Nasso.
— Que sea recíproco Señorita —Respondió Nasso—. Espero tenga buen día.
— Cuídese mucho Nasso, aún no se recupera del todo bien—. Seguido de decir esto, comencé a caminar por el pasillo, lista para bajar por las escaleras.
— ¡Espere, Señorita! —Exclamó Nasso. Su voz hizo que mi corazón diera un vuelco.
Así que me di la vuelta para mirarlo. Nasso se acercó un poco y tenía aquella gabardina roja en la mano.
— No lleva un abrigo y como ya ha comenzado el frío le será difícil estar tranquila —Dijo Nasso—. Sé que Oyster Company tiene calefacción y ventilación pero mientras esté fuera del edificio le será difícil moverse.
— Cierto, muchas gracias Nasso —Recibí mi abrigo y me lo puse—. Cuídese, tenga un día excelente.
Salí del edificio y tomé el auto que había solicitado, este me dejó frente al edificio.
Al llegar, ví a Robert, él estaba hablando con Clarke, el viento era fuerte, él tenía un gran abrigo y una bufanda, su cabello estaba desordenado, en su mano tenía un cigarro apagado. Caminé hacia la puerta y lo esperé. Solo podía escucharlo hablar con Clarke.
— Entonces tendrás que entregar este paquete a las oficinas del gobierno —Comunicó Robert—. Tiene que estar ahí antes de las 9.
— Por supuesto Señor Morehouse —Contestó Clarke—. Me retiro ahora.
Seguido de esto Robert se dio la vuelta y me miró con una sonrisa mientras Clarke se subía a su auto y comenzaba a arrancar.
— ¡Hey Luka! —Expresó Robert, se acercó a mí y juntos caminamos hacia la puerta del edificio—. Siempre llegas temprano que raro ¿no se supone que deberías de estar en casa?
— Robert, recuerda que tengo que revisar las oficinas visuales —Repliqué impaciente, caminaba a un lado de Robert.
— Es verdad ¿Y cómo está mi amigo? —Indagó Robert, tomando mi brazo con delicadeza y llevándome dentro a la recepción.
— Ammm, pues, Nasso justamente estaba llevando sus cosas al departamento cuando yo venía hacia acá —Le aclaré a Robert, sacando mi tarjeta de Identificación mientras explicaba.
— Uy ¿pero qué cosas llevará? —Preguntó Robert—. Lo único que él tiene es... ah olvídalo, sí tiene pertenencias.
![](https://img.wattpad.com/cover/376235393-288-k683547.jpg)
ESTÁS LEYENDO
The Sweetest Epitaph: The Executioners.
Ação"Remember the times, the dreams, and the promises." Luka Sami, una chica curiosa y llena de vida, ansiosa por el aprendizaje. Y es que ella creía que tenía la vida tan normal que todos los oficinistas en Nueva York tienen. Buena en el arte y una ex...