Cincuenta Sombras Encontradas

Prologo

Estoy excitado. La adrenalina corre por mis venas. Quiero obtener el control de todo, una vez más.
Recuerdo aquellos viejos tiempos, cuándo podía hacer lo que me plazca, con quién sea.
Presiento una parte oscura en mi interior, que se apodera de mi completamente.

Cuando abro los ojos me cuesta saber dónde estoy. Lo primero que puedo observar es una puerta blanca. Tengo temor al estar aquí, pero no sé el porqué. Tomo en cuenta inmediatamente, que estoy en el cuarto rojo, un lugar dónde mi mente se inunda de malos recuerdos pero placenteros. Llevo puesto unos vaqueros desgarrados como solía tenerlos antes. En mi mano derecha tengo sujeta una fusta. Es tan agradable sentir ese contacto con él cuero.

Un movimiento extraño me llama la atención y regreso a ver atrás. Hay una chica muy atractiva, arrodillada en bragas y su cabello hecho trenza. Se encuentra en un extremo del cuarto.

Me aproximo a ella para observar mejor su rostro. Tomo con delicadeza su barbilla, para contemplar su rostro.

Me cuesta respirar.  No lo puedo creer. Es... Liela
.