Capítulo 3

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Llego el gran día, hoy es le día en el que cumplimos 5 años. Volteó a ver a Christian y el no esta, pero encima de la almohada de el hay una rosa y una nota.

Feliz aniversario señora Grey.
Nos vemos en la noche, será fantástico.
Christian Grey
Presidente de Grey Enterprises Holding, Inc.

Mi Christian, tan detallista cómo siempre. Espero con ansias que sea de noche, debería ir un centro de estética, para sorprenderlo. Me baño lo más rápido que puedo y voy a alistar a los niños para que vayan a la escuela. Bajamos a desayunar y Gail me felicita por esta fecha tan importante.
Swayer deja a los niños en la escuela y me lleva al trabajo.

-Swayer.- le digo-. Por favor cuándo retires a los niños, los llevas a casa de Grece.
-Con gusto señora Grey.
-Swayer.- le reclamo.
-Perdón.- asiente -. Ana.
-Asi me gusta.- y nos reímos juntos.

Llegamos al trabajo, Swayer me habré la puerta y me despido de el. Entro en mi oficina y hay un gran ramo de rosas. Debe haber unas 200 rosas, están hermosas, aun lado hay una pequeña tarjeta.

Anastasia tú eres mi todo,
Mi vida.
Christian.

Mi Christian.
Ya es hora del almuerzo y Swayer me lleva al centro de estica. En la entrada me recibe Rose muy comedida, cómo siempre.

-Anastasia cariño ¿Qué necesitas?
-Hola Rose, necesito un cambio extremo.
-Pero no necesitas nada, así eres hermosa.- me sonrojo.
-Gracias Rose.- y nos reímos juntas.

Después de dos largas horas acabamos, Rose me acompaña al centro comercial para comprar un vestido a juego con mi nuevo look. Hay un vestido "CHANEL" de color concho de vino hermoso, decidimos comprar este.

Swayer me lleva al Escala y me ayuda a salir del Audi. El ya llevo a los niños a la casa de Grace en la tarde. Podemos estar tranquilos.

-Permítanme decirle que usted se encuentra muy hermosa.
-Gracias, Swayer.- le digo y le regalo una sonrisa.

Subimos por el ascensor, recuerdo aquellos momentos en los que viví aquí con Christian, cuando lo hicimos aquí, de tan solo recordarlo me sonrojo de la vergüenza  ¿En que estabamos pensando?

Suena el elavador, se habren las puertas. Swayer me ofrece su brazo para caminar hasta el vestíbulo. Y ahí esta mi hombre tan guapo como siempre, lleva su esmoquin tan reluciente e impecable. Sé hacerca hacia mí, agradece a Swayer y me saluda.

-Usted está muy hermosa señora Grey.- me dice, y besa con pasión-. Feliz aniversario.
-Igualmente señor Grey.

Caminamos juntos hasta el patio delantero del escala. El sendero esta rodeado de petalos y velas, que nos conduce hasta una pequeña mesa para dos personas. Christian me ayuda a sentarme, tan caballero como siempre. Empezamos a hablar de un millon de cosas, de nuestra vida, de los planes que tenemos por delante, el futuro de nuestros hijos. Creó que ya es hora de darle mi humilde obsequio. Saco de mi bolso una pequeña cajita de color rojo y le entrego.

-Christian, esto es para ti.-me sonrojo.
-Gracias, mi vida.- me agradece regalandome un pequeño beso.
-Ábrelo.-insisto.

Empieza a desamarrar las cintas de la caja y lo abre. En ella hay un pequeño llavero y en el interior se desprende, para que pueda observar cuatro fotos; una foto mía, de Teddy y Phoebe. Y en el centro esta una foto de los cuatro.

-Para que nunca nos olvides.- digo con un nudo en la garganta.

Christian me regresa a ver y observo que tiene algunas lagrimas que se le escapan poco a poco. Se levanta de la silla, al igual que yo. Y nos abrazamos mutuamente, me agrada sentir su calor. Nos separamos un poco y limpio sus lagrimas, y lo beso profundamente, perdiéndonos del uno al otro.

-Gracias por hacerme el hombre mas feliz del mundo.- me dice, acariciando mi rostro.
-Te amo, Christian.

Entra Gail con la comida y se disculpa por interrumpir y vuelve a la cocina. Nos reimos un poco y nos sentamos, Christian llama Gail y nos disculpamos con ella. Gail a cocinado un Vol au Vent de pavo delicioso. Después de acabar la cena, Christian me lleva a la sala.

-Pensaba que podíamos divertirnos un rato.
-Claro, hoy es un día especial.

Le empiezo a besar, pero el me detiene. 

-Me refería al cuarto rojo.- dice algo nervioso.

Hace mucho tiempo que no hemos estado ahí, pensé que ya lo había olvidado o superado. Bueno, creo que estar ahí un rato no nos vendría mal.

-Bueno.- digo un poco insegura.
-Muy bien señora Grey, llegó la hora.- noto su mirada perversa y excitante.

Me lleva entre sus brazos al segundo piso y me deposita en la puerta del cuarto rojo, siento una mala vibra al estar aquí.

-Me muero de ganas por quitarte el vestido.- me susurra al oído.

La diosa que llevo adentro salta de emoción.

Cincuenta Sombras EncontradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora