Elena pensó mucho después de hablar con su tía y decidió que era muy hipócrita hablarle a Jenna sobre sus miedos cuando ella misma no podía enfrentarse a los suyos. Antes de tener la oportunidad de pensar más en eso y arrepentirse, tocó a la puerta. Stefan la abrió poco después y soltó un jadeo sorprendido al verla ahí.
- Hola. – Dijo cuando recuperó su voz. Abrió un poco más la puerta. - ¿Quieres entrar?
- El cometa esta, de hecho, afuera. – Sonrió Elena tímidamente mientras retrocedía unos pasos hacia el porche. Stefan la siguió. - Perdón por aparecer a estas horas sin avisar. En especial después de lo de antes. – Se disculpó Elena.
- No, me alegro de que estés aquí. No me gustó como dejamos las cosas antes. –
- Mira, la cosa es... he llegado a casa esta noche pensando en hacer lo que siempre hago, escribir en mi diario. Mi madre siempre me daba uno de cumpleaños desde que cumplí 10 esperando que algún día los escribiera. Los empecé a escribir después del accidente. Escribo todo lo que hago, todo lo que siento. Todo va a ese pequeño libro que escondo en el segundo estante detrás de un cuadro de cerámica realmente horrible. Pero entonces me di cuenta que escribiría cosas que probablemente debería estar diciéndote a ti. –
- ¿Qué escribirías? – La animó a seguir Stefan al ver que paró.
- Escribiría... - Elena se sentó en un banco de madera que había en el porche. – 'Querido Diario: Hoy me he convencido a mí misma que está bien rendirse. No correr riesgos. Solo has lo de siempre, sin drama, no es el momento.' Pero mis razones no son razones, son excusas. Todo lo que hago es esconderme de la verdad y la verdad es... que tengo miedo, Stefan. Tengo miedo de que si me permito ser feliz un solo momento, el mundo simplemente se vendrá abajo. Y no creo poder sobrevivir a eso otra vez. –
- ¿Quieres saber qué escribiría yo? – Dijo Stefan después de un momento. – 'Conocí a una chica. Hablamos, y fue épico. Pero entonces el sol salió y la realidad entró en juego.' Bueno, esto es la realidad. Justo aquí. – Stefan comenzó a inclinarse hacia Elena. Al principio sus labios apenas se rozaban pero cuando Elena profundizó el beso Stefan no se quejó.
Al otro día, la casa de los Forbes estaba muy tranquila. La Sheriff ya había salido a trabajar hace rato y no se había molestado en fijarse cómo estaba su hija. Caroline dormía en su cama cuando se despertó de golpe. Los recuerdos de la noche anterior volvieron a ella enseguida, encontrarse con Damon, que la acompañara a casa, ella ofreciéndole una taza de café, acostándose con él y luego que él la mordiera. Se llevó la mano a su cuello y comprobó que lo tenía lleno de sangre seca. El cuerpo al lado de ella se movió y por unos segundos Caroline se olvidó de respirar. Cuando estuvo segura de que Damon seguía durmiendo siguió pensando. Lo último que recordaba era que Damon la mordió, ella estaba desnuda en ese entonces y ahora tenía puesto su negligee azul claro. Supuso que él se lo había puesto porque ella ni siquiera lo había sacado de su armario.
Comprobando con una mirada rápida el cuerpo de Damon descansando al lado de ella, se movió muy lentamente para bajar de la cama. Intentó hacer el menor ruido posible mientras apoyaba sus pies en el piso y se levantaba del colchón. El pecho desnudo de Damon seguía subiendo y bajando tranquilamente. Cuando estaba a mitad de la habitación, a solo unos 2 metros de la puerta volteó para ver a Damon pero éste ya no estaba en la cama .
- Buenos días. – Dijo una voz masculina y ligeramente ronca por el sueño detrás de ella. Pegando un salto por el susto y la sorpresa, se alejó lo más que pudo de él.
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The Vampire Diaries
FantasiTodo comienza después del terrible accidente que mató a los padres de Elena Gilbert, una adolescente de 17 años quien vive en Mystic Falls, una ciudad de Virginia, y que intenta seguir adelante con su vida, sin imaginarse que conocerá a un nuevo, gu...