Final Alternativo 1/2

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–Por Dios Lauren, no puedo creer que vayas a hacer eso –volvió a recriminar Vero, confrontando a su mejor amiga–. Eres una idiota, ¿Qué no vez que Camila te ama?

–No Vero –respondió una terca Lauren, sentándose en su sofá y mirando su teléfono–. Seguramente está actuando, ella...

La sarcástica risa de Verónica la interrumpió.

–No me lo creo, hasta un jodido ciego vería la forma en que ella te adora Lauren. ¡No puedes plantarla!

–Créeme que me tiene sin cuidado lo que pienses Vero, tú sabes lo que ella me hizo, ella no ha cambiado. Sigue siendo... ella... –dijo con desespero, soltando su teléfono con brusquedad sobre la mesa de centro, mirando a su amiga con el mismo dolor que aquella noche–. Sigue siendo Camila Cabello, la chica que enamoró perdidamente a su nerd vecina por una apuesta, por dinero, para levantarse más el ego, para probarle algo a sus amigas que era completamente innecesario... ¿Por qué lo hizo Vero? –cuestiono herida, su voz quebrándose a último momento.

Pero antes de que Vero se acercara, Lauren limpio el poco rastro de lágrimas de sus ojos, mirando a su amiga.

–No lloraré más por Camila Cabello, seguramente en todo este tiempo ella se estuvo riendo de mí. Y estoy harta.

–Lauren, por favor, no hagas algo de lo que te puedas arrepentir –rogó Verónica, sentándose a su lado–. ¿Crees que Camila hubiera aceptado casarse contigo si no te amara?

Lauren no dijo nada, sólo bajo la mirada.

–Tú la amas Lauren, jamás dejaste de hacerlo. Camila cometió un error, pero trata de remediarlo. Debes pensarlo mejor, porque si haces esto, ya no habrá marcha atrás.

Espero que su amiga dijera algo, pero Lauren se mantuvo en completo silencio. Fue motivo suficiente para que Verónica se pusiera de pie y saliera de aquel departamento, tal vez lamentando lo que estaba a punto de hacer.

Fue la segunda vez que llamo a la puerta, repasando mentalmente lo que le estaba por decir a Camila. Pero para su suerte, fue Sofia quien abrió.

–¿Qué haces aquí Iglesias? –pregunto con cierto fastidio.

–Quiero hablar con Camila.

–Camila no está, fue a visitar a nuestros padres.

–¿A qué hora regresa? –se estaba impacientando.

–No lo sé, supongo que por la noche.

–No, no, no. Es urgente –dijo desesperada, Camila debía saberlo–. Es sobre Lauren... y la boda.

–¿Qué pasa con eso?

*

Lauren estaba por su noveno trago de la botella cuando unos fuertes golpes se escucharon, alguien llamando desesperadamente la puerta y por como sonaba, deducía que también molesto. Se levantó tambaleándose, deteniéndose para observar por la miradilla de la puerta para ver a la hermana de su prometida, Sofia.

–¡Abre la maldita puerta Jauregui! –gritó molesta, golpeando con la palma de su mano repetidas veces nuevamente.

Lauren le dio un último trago a su botella antes de recargarse de espaldas a la puerta, pensando porque Sofia se encontraba ahí.

–¿Qué habrá pasado para tener la dichosa presencia de Sofia Cabello en mi entrada? –le pregunto arrastrando las palabras, al fin cesando los golpes.

Tras un suspiro, Sofia hablo.

–Abre la puerta Lauren.

–¿Te lo dijo Verónica? –le preguntó al fin sabiendo que fue ella, ¿Quién más podría haberlo sabido? Además, Sofia no estaba histérica por nada–. ¿No es así?

–¿Por qué le haces esto? –gruño enojada–. ¿Por qué? ¿Quién te crees que eres para hacerle eso a mi hermana?

Lauren se deslizo por la puerta, bebiendo más de su botella hasta quedar sentada sobre el suelo.

–La chica por la cual se burló por meses Sofia.

Del otro lado, la hermana de su prometida se quedó unos minutos en silencio. Tratando de tranquilizarse y también tomando asiento.

–Sé que... mi hermana te hizo mucho daño –comenzó a decir–. Y yo también, y no sabes lo arrepentida que me siento. Pero Camila te ama, esta perdidamente enamorada de ti Jauregui. Te amo durante la apuesta, te amo cuando ni siquiera ella sabía lo que eso significaba, cuando la dejaste, cuando se fue, y te sigue amando a pesar del cambio que has hecho. No sabes las lágrimas que he limpiado para darme cuenta de ello. Y sé que le has mentido diciéndole que la habías perdonado cuando no era así –suspiro, tratando de que su voz no se quebrase–. Sé que tratas de que ella sufra lo mismo que tú, pero créeme que lo hizo. Y créeme que si no se lo dices a Camila, yo se lo diré. Porque no lo veo justo.

Se pauso unos segundos, escuchando la irregular respiración de la ojiverde del otro lado de la puerta. No estaba segura si era por mantener callados sus sollozos.

–Rompió mi corazón –respondió Lauren, Sofia confirmando sus sospechas al escucharla hablar–. Yo se lo di, y ella lo aplasto. Y pienso hacer lo mismo con el suyo...

–¿Es tu última palabra? ¿Estas segura de ello?

Pasaron unos cuantos segundos en silencio, Sofia incluso pensó que Lauren ya no estaba tras la puerta.

–Si.

Si Sofia conociera a Lauren, sabría inmediatamente que la chica mentía.

–Pues espero que un día encuentres a una persona que te mire de la misma manera en que lo hace mi hermana.

Pero Sofia no la conocía, así que solo se puso de pie sacando su teléfono del bolsillo, y se fue. Dejando a la ojiverde aún más confusa que antes, los recuerdos volviendo a ella reviviendo aquella noche sin cesar.

Uno, dos, hasta que el tercer timbrazo contesto.

–¿Diga?

–¡Camila! Debo decirte algo –dijo Sofia desesperada, saliendo a la calle y empezando a caminar entre las personas.

–¿No puede esperar para esta noche? Mamá esta por servir algo muy delicioso...

–Camila por favor –suplicó su hermana, esperando a que la señal cambiara para poder cruzar la calle hacia su auto–. Es urgente.

No sabía qué clase de poder tenía Lauren Jauregui sobre Camila, pero estaba segura que si ella estaba tan empeñada en su jodida venganza, haría lo que fuera para conseguirla. Incluso podrían hablar antes de que Sofia pudiera prevenir a su hermana de lo que su prometida tenía planeado a una semana de la boda, y simplemente Camila le creería.

–¿Qué sucede? –preguntó la castaña preocupada tras el teléfono–. ¿Estás bien?

–Yo estoy bien, la que no está bien es tu queridísima Lolo –escuchó un quejido por parte de su hermana.

–Sofi, tú me dijiste que pondrías de tu parte para que ambas se lleven mejor...

–¡Eso no tiene nada que ver Camila! Lauren planea...

–¡Cuidado!

El fuerte sonido de un derrape tras el teléfono provocó que Camila diera un salto del susto, seguido del fuerte sonido de un golpe y varios gritos aturdiendo sus oídos. Sus padres mirándola alertados desde el comedor.

–¿Sofi? ¡¿Sofia?! –la llamo desesperada.

Perola llamada se había cortado.


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Pronto subiré la parte 2 para terminar con este fic.


Enamorada de mi Vecina -Camren AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora