2 de Julio
Me desperté sobre las 10, con una calor que podría freír un huevo en el suelo, y me dirigí a despertar a mi hermana Maria.
-Maria despierta, que son las 10 y hemos quedado con Isa y Paula a y media- dije mientras le empezaba a mover.
Seguía durmiendo.
-¡MARIA! ¡QUE LLEGAREMOS TARDE, DESPIERTA!- dije gritando mientras le lanzaba un cojín.
-¡YA VOY, YA VOY! Tampoco era necesario lanzar un cojín- dijo con un tono de enfado.
Me dirigí al lavabo para poder darme una ducha bien fresquita.
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Me puse lo primero que vi en el armario, me peine y Maria y yo pusimos rumbo al parque, donde habíamos quedado con nuestras mejores amigas.
Fuimos al centro comercial, pero ninguna acabó comprando nada, así que nos fuimos a tomar un helado y finalmente nos dirigimos a casa.
-Oye chicas, ¿por qué no os venis a casa a dormir? Noche de chicas- propuse con un gran entusiasmo.
-¡Por mi ningún problema!- respondió Isa
-Primero deja llamar a mi madre para ver qué me dice y te digo algo.. - respondió Paula cabiz baja.
-Vale, no te preocupes- respondió Maria
Mientras íbamos en dirección a casa Paula se dedicó a llamar a su madre, y ella aceptó.
-Chicas yo también me apunto, mi madre me deja- avisó Paula
-Hey, mirad ese camión de mudanzas, vais a tener nuevos vecinos chicas, espero que algún miembro de la familia sea de nuestra edad y guapo- dijo
-Vaya, nuevos vecinos... Espero que no sean como los anteriores, que eran unos bordes.. - dijo Maria casi gritando.
Cuando llegamos a la puerta, se nos acercó una mujer bajita, con un pelo castaño precioso.
-Hola chicas, soy la nueva vecina, siento estar haciendo tanto jaleo pero es lo que tiene una mudanza, espero que no os moleste- se disculpó amablemente.
-No, tranquila, no pasa nada -dije- si quieres te podemos ayudar a meter las cosas dentro de casa, para nosotras no es molestia.
-¿De verdad? ¡Que adorables sois!- dijo sorprendida