Nos dedicamos a ayudar a Eva, nuestra nueva vecina.
Una vez acabamos de dejar las cosas dentro de su casa, Eva se empeñó en presentarnos a sus hijos, ya que al ser nuevos aquí no conocen a nadie.
Comenzó a bajar por las escaleras un chico de unos 15-16 años aproximadamente, alto, con ojos un poco achinados, a la vez que bajaba las escaleras iba peinando con su mano su precioso pelo corto de color castaño.
-Vaya, cuántas chicas guapas hay en esta casa- dijo guiñando un ojo- yo soy Jesús, y vosotras sois..
-Somos Isa, Maria, Paula y Bárbara- dijo Isa con entusiasmo
-Encantado de conoceros guapetonas, ahora bajará mi hermano, se llama Daniel.
-Tranquilo no hay ningún problema, podemos esperar- respondió Maria.
Narra Maria
Noto como unos ojos se clavan en mi, intenté disimuladamente mirar a mi alrededor, y me doy cuenta de que Jesús no deja de mirarme, acto seguido se muerde el labio inferior.
Inconscientemente respondí a Jesús con una sonrisa, y dirigí mi vista a las escaleras en las que bajaba Daniel, el hermano de Jesús.-¡Vaya! ¡Gemelos! ¡Me encantan los gemelos! -grité inconscientemente- decidme que no he dicho eso en alto, por favor.
-Lo has hecho Maria- respondió Paula mientras soltaba alguna que otra carcajada
-Hola chicas, siento no haber bajado antes, estaba en la ducha, soy Daniel- dijo dándonos dos besos a cada una de ellas
-Encantadas Daniel, nosotras somos Isa, Paula, Bárbara y Maria- respondí
Después de presentarnos, nosotras nos dirigimos a casa.
Narra Daniel
-Si llego a saber que hay chicas guapas en casa, me arreglaba un poco mas, en vez de bajar con estas pintas mamá- dije con todo mosqueado
-Hijo, pongas lo que te pongas estás guapo, si te quejas de que no ibas bien vestido, es porque alguna de esas chicas te habrá llamado la atención y querías causarle buena impresión, ¿me equivoco?
-Puede ser- dije mientras subía las escaleras.
El capítulo es corto, pero no tengo mucho tiempo como para dedicarme a escribir lo siento, haré todo lo que pueda