-Hola. - Dije en un leve susurro. ¿Por qué soy tan cobarde? Inhala, retiene, exhala. Vamos, no te puedes poner a temblar cada vez que le hables, ¡Es tu amigo!
-Hola pequeña. - Revuelve mi pelo y mi secreción hormonal está al tope, las venas de mi rostro se colman de sangre coloreando la tersa piel de mi cara. Me aborrece mi actitud frente a estas situaciones. - ¿Cómo estás, linda?
Aquel pequeño adjetivo alberga un poco de esperanza para mi corazón y los sentimientos que tengo hacia su persona. Mi vientre se satura de una extraña sensación, de un cosquilleo interminable. Sonrío, cuando debería estar molesta con él por hacerme sentir tan inestable. Esa pequeña sonrisa desaparece al percibir la presión de la mirada de mi acompañante y recuerdo que me ha formulado una pregunta que debo contestar.
-Bien. - Titubeo. La preocupación se refleja en sus alargados y hermosos ojos color chocolate. ¿Por qué no puedo actuar con normalidad? Estoy delante de un amigo, no frente a mi verdugo, aunque se parezca.
-No me mientas. Te conozco muy bien. - Me regaña. Si tan solo supieras cual es la razón de mi tormento.
Golpeo su brazo intentando distraerlo y convencerlo sobre mi estado anímico. Él me lo devuelve con una suavidad y delicadeza innata muy similar a un roce con una pluma como si tuviera miedo de que me rompa o lastime sí emplea la energía necesaria. A pesar de que en ciertas ocasiones es un tonto, agresivo y su comportamiento se asimila a la de un animal, en otras situaciones, como en esta, manifiesta ser una persona sensible e inteligente.
Inocencia tiene grabado en la frente. Tal vez, solo tal vez si no fueras tan inocente sabrías los verdaderos sentimientos que tengo hacia tu persona y no me martiriaría buscando la mejor forma de poder contarte todo.
-Nos vemos después de clases en mi casa, que no se te olvide. Será una tarde grandiosa. - Dice con una gran sonrisa plasmada en el rostro, se baja de la banca y camina hacia su salón. Lo sigo con la mirada puesta en su espalda, su hermoso cabello castaño oscuro se mueve con cada paso que da. Se pierde de mi visión tras la muralla que marca la división entre su salón y el patio. Ni siquiera me había percatado de que ya tocaron el timbre que anuncia el inicio del siguiente bloque.
-Idiota. - Susurro para mi misma, se me escapa una pequeña risa de los labios y me encamino hacia mi salón. -Por favor, que tus palabras sean ciertas.
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1, 2, 3... Do It Now! [Kim Taehyung/V] [One Shot]
Fiksi Penggemar-Me gusta alguien... -Él no es el indicado para ti.