Capitulo 11

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Kara siempre había detestado posar para retratos reales, pero era un deber necesario. Lo había estado haciendo desde que era una bebe y desde entonces habían tomado uno nuevo cada año. Una vez que se casó con Lena , comenzaron a aparecer juntas en los retratos. Con el paso de los años, a medida que su familia crecía, se fueron sumando cada uno de sus hijos.

Por lo que el proceso le resultó tedioso y frustrante. Permanecer sentada durante horas, manteniendo una pose y tratando de parecer majestuosa no era su idea de pasar un buen rato. Pero sabía que era importante mantener las apariencias y proyectar una imagen de fuerza y ​​estabilidad a el reino.

Pero quienes más odiaban los retratos reales anuales no era nada mas Kara , sino también hijos. Se quejaban y refunfuñaban por tener que vestirse elegantemente y quedarse quietos durante horas y horas, deseando poder estar afuera jugando o explorando el castillo.

Intentó hacer que el proceso fuera más llevadero para sus hijos llevándoles golosinas y juguetes para distraerlos, pero siempre era una lucha. Se retorcían y se movían nerviosamente, lo que dificulta que la artista capturara un retrato adecuado.

Mientras posaban para el retrato, el pintor dispuso cuidadosamente a los miembros de la familia para colocarlos en las mejores posiciones. Los iba moviendo de un lado a otro, ajustando su postura y expresiones hasta que quedó satisfecho con la composición.

—¡Me pisaste el pie, idiota! —le gritó Alexander a su hermano menor, con el rostro desencajado por la ira.

—Oye, no le hables así, tonto —dijo Lori saliendo en defensa de su hermano pequeño.

—--Y a ti, que te importa —Alexander se giró para mirar a su hermana mayor, con expresión defensiva.

—¡Niños ! —La voz de Lena sonó con fuerza, haciéndolos a ambos saltar de sorpresa.

Se giraron para mirar a su madre, con la culpa claramente escrita en sus rostros. Sabían que habían estado discutiendo otra vez y ambos eran conscientes de lo mucho que eso la molestaba.

—Lo siento —murmuraron Lori y Alexander , con la mirada baja.

Lena los miró a ambos con severidad por un momento antes de que su expresión se suavizara.

—Está bien, tratemos de superar esta sesión de retratos sin más peleas, ¿de acuerdo?---dijo en un tono más amable.

Antes de que ninguno de los dos pudiera responder, Aurora soltó un grito agudo y repentino y se alejó del grupo.

—-¡Araña!----gritó, señalando frenéticamente el suelo.

Kara y Lena intercambiaron una mirada rápida antes de ir a investigar. Efectivamente, había una araña grande corriendo por el suelo, con sus largas patas moviéndose de forma frenética.

Kara dejó escapar un grito y saltó sobre su silla mientras la araña pasaba corriendo junto a ella.

Liam empezó a arrastrarse por el suelo, con los ojos fijos en el lugar por donde había desaparecido la araña. —¡Eve, vuelve aquí! —gritó, mientras sus manos se movían por el suelo en busca del escurridizo arácnido.

—¡Mátenla! ¡No la atrapen! —gritó Aurora desde una distancia segura, todavía visiblemente conmocionada por la repentina aparición de la araña.

—-Aurora , no necesitamos matarla, es solo una araña inofensiva— Lena le lanzó una mirada de desaprobación.

—¿Y si es venenoso? ¿Y si nos muerde a alguno de nosotros?-----Aurora frunció el ceño, claramente poco convencida

Como conquistar a tu esposa según Kara Zor-elDonde viven las historias. Descúbrelo ahora